El decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, Marcelo Míguez, destacó que “es la primera vez que nuestras facultades son convocadas para participar en un plan para el sector encuadrado en un proyecto nacional”. No fue el único rédito positivo que la facultad recogió de esta experiencia, ya que además les brindó “la oportunidad de evaluar cómo estamos preparando nuestros recursos humanos a través del desarrollo de una tarea conjunta con los sectores productivos y las organizaciones del sector”.

Míguez fue uno de los oradores en la presentación del Plan Estratégico Agroalimentario en Tecnópolis, el lunes último, precediendo al ministro de Agricultura y a la Presidenta de la Nación. “Lo planteé ese día: la universidad se acercó a esta convocatoria con mucha desconfianza, muchos pensaban que simplemente estaban buscando nuestro aval para algo que ya estaba armado. Y no fue así. Cuando enviamos nuestro primer borrador de propuestas, enseguida tuvimos una devolución, demostrando que hubo una recepción a nuestro aporte. La gente en la universidad ahí tuvo la sensación de que estaba siendo escuchada”, contó el decano a Página/12.

A través de su participación en cada una de las mesas sectoriales en las que se organizó la tarea de construcción del Plan Estratégico, a partir de mayo de 2010, las universidades del país se fueron involucrando en temas muy sentidos en ese ámbito, como la preservación de la tierra o el uso y cuidado del agua. “En el caso nuestro, hicimos propuestas en lo relativo a la salud animal, a los recursos naturales, a la agricultura familiar. Nos fuimos involucrando progresivamente hasta alcanzar una participación masiva y en forma voluntaria. Muchos alumnos de los últimos años de las carreras pidieron participar en los encuentros, se consolidaron grupos de trabajo dentro de la facultad y se adquirió experiencia en el trabajo mancomunado con sectores productivos y organizaciones”, señaló Míguez.

A futuro, destacó, esta experiencia servirá para sentar las bases de “un trabajo articulado entre el sector público y el privado, la labor y el aporte que puede hacer la universidad pública para el desarrollo de lo que denominamos la inteligencia competitiva”.