El mercado financiero global vivió ayer una jornada más aliviada, luego de que los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, volvieron a asegurar la continuidad de Grecia en la Zona Euro. La promesa, sin embargo, no fue gratuita. Los países más poderosos de Europa le reclamaron que cumpla de forma “estricta y efectiva” con el ajuste fiscal y las reformas del Estado. Los inversores leyeron que, más allá de la profundidad a la que puede llegar la crisis griega, las principales potencias europeas están intentando salvar al euro. De ahí la reacción positiva en las principales Bolsas del Viejo Continente, el aumento en la cotización de la moneda comunitaria y la suba de Wall Street.

Merkel y Sarkozy le aseguraron vía teleconferencia al primer ministro griego, Giorgos Papandreu, que “el futuro de Grecia está en la Zona Euro”, buscando disuadir los rumores del default helénico y una caída de la zona comunitaria. Por ahora, el objetivo de preservar las finanzas de los bancos franceses y alemanes, expuestos a la deuda griega, y sostener el valor del euro, sigue siendo primordial para los países más poderosos de Europa. Una muestra del impacto que podría tener la caída griega se verificó ayer con la baja en la calificación de la nota de Moody’s a los bancos franceses Société Générale y Crédit Agricole, a raíz del peso que en los activos de esas instituciones tiene la deuda griega. En la mira de la agencia quedó el BNP Paribas.

Para no afectar esos intereses financieros, Grecia no debe defaultear. Y para eso, los gobiernos y los organismos de crédito buscan aplicar la receta del ajuste. Es decir, priorizar ante todo la generación de los recursos fiscales para pagar la deuda. Frente al guiño de Merkel y Sarkozy, el mercado tuvo una reacción favorable. En Wall Street, el Dow Jones subió 1,3; el S&P500, 1,3 y el Nasdaq, 1,6 por ciento. En tanto, Madrid mejoró 2,7, Francfort 3,4, Milán 2,7, Londres 1,0, París 1,9 y la propia Atenas, 1,7 por ciento.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durán Barroso, anunció que presentará un proyecto para lanzar los “eurobonos”, títulos respaldados por todas las economías del bloque, iniciativa que rechaza Alemania. Esto también tuvo una buena recepción por los inversores financieros, que lo vienen demandando para salvar su posición.

Otra “buena noticia” para las finanzas globales tuvo lugar en Italia. Allí la Cámara de Diputados aprobó el segundo plan de ajuste presentado por el presidente Silvio Berlusconi, que asciende a 54 mil millones de euros. La fragilidad del euro contrasta con la dinámica de algunos países emergentes. Por eso los integrantes del Brics ya anunciaron que discutirán cómo ayudar a Europa. Ayer, el primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró que el país asiático “va a seguir aumentando sus inversiones en Europa” y que “la economía europea puede relanzarse”.