La desaceleración brasileña, las licencias no automáticas que aplica el gobierno de Rousseff y el escenario internacional permiten presagiar un menor crecimiento.
› Por Javier Lewkowicz
La desaceleración de la economía brasileña, las licencias no automáticas de importación (LNA) que aplica el gobierno de Dilma Rousseff y el delicado panorama internacional obligan a las automotrices a monitorear a diario la marcha del comercio. Sin embargo, hay consenso en que la producción no se va a derrumbar, aunque el escenario para el año que viene sería de un menor crecimiento. La fortaleza de Brasil, el amplio margen de maniobra que logró la Argentina y las grandes inversiones que en ambos países anunciaron en el último tiempo las terminales radicadas garantizan un piso que impediría la conformación de un escenario alarmante. Las empresas igual bajaron la producción respecto de los valores de comienzos de año y la posibilidad de suspensiones temporales está latente.
Los datos que ofrece la entidad que agrupa a las terminales automotrices radicadas en Brasil (Anfavea) evidencian la desaceleración de la demanda de vehículos en el país vecino. En septiembre, la producción bajó en forma mensual un 19,7 por ciento, y en la comparación anual la caída fue de 6,2 por ciento. En tanto, el patentamiento avanzó sólo 1,5 por ciento interanual, aunque acumula una suba de 7,2 por ciento.
Esta situación, junto a las LNA que aplica Brasil, llevó a Fiat a anunciar una suspensión en la producción (medida que luego fue levantada). También Renault estuvo cerca de suspender su fábrica los lunes de noviembre, según la versión gremial, aunque luego la firma lo desmintió. Sin embargo, la compañía francesa dejó en suspenso la ampliación del esquema de producción de dos a tres turnos. Fiat y Renault envían a Brasil, respectivamente, el 85 y el 50 por ciento de su producción.
“Hasta el mes pasado el grueso de la explicación de la baja en las ventas a Brasil se vinculaba con las LNA. Sin embargo, ahora hay evidencia más seria de una desaceleración bastante importante en la demanda”, indicó a Página/12 Marcos Ferrario, analista de Abeceb.com. “Vemos que el mercado brasileño va a crecer a una tasa menor el año que viene, que las licencias van a seguir estando y que el mercado argentino también va a avanzar a un ritmo algo menor. La producción local va a seguir creciendo a tasas más modestas, pero no va a haber contracción. Este año todas las terminales venían trabajando al ciento por ciento, sábados y horas extra incluidos. El año que viene el escenario sería más normal”, proyectó Ferrario.
Desde Volkswagen informaron a este diario que “no hay problemas por ahora”. A diferencia de Fiat, que destina gran parte de sus ventas a Brasil, la firma alemana, en el caso de la Amarok y el nuevo Suran, fabrica “un producto que es global, por lo que hay más diversificación del riesgo”, indican. Tampoco tienen problemas por caída de la demanda de otros países, ni les repercute negativamente la aplicación de las licencias no automáticas, aseguran. La compañía trabaja a tres turnos y, al menos por ahora, no prevé reducirlos.
En General Motors tampoco proyectan por el momento cambios en los planes de producción, según manifestaron a este diario desde la compañía con sede en Detroit, aunque “el monitoreo es constante”, aclararon. GM ya redujo horas extra hace un tiempo, anticipándose al escenario actual. Por eso, aseguran, “no hay problemas de stock en Brasil”. El 60 por ciento de lo producido por General Motors se exporta, y de ese total, la mayor parte tiene a Brasil como destino. Por el lado de Toyota, no prevén cambios en el ritmo de producción, indican. En la fábrica japonesa trabajan dos turnos. De lo producido, algo más del 50 por ciento va a Brasil.
“En función de la dinámica actual de las industrias de Argentina y Brasil, es improbable que tengamos una crisis. Con la baja en la tasa de interés de referencia, Brasil dio la señal de que no quiere que se caiga la actividad. Puede haber coyunturalmente una baja en las ventas, pero no creo que sea una tendencia, aunque quizás el crecimiento se vuelva más moderado”, señaló a este diario Fabio Rozenblum, presidente de AFAC, cámara que nuclea a los autopartistas. Según explicó, en ese sector también hubo algunas bajas en la producción, pero “son cantidades que no mueven tanto la aguja”. Rozenblum otorgó bastante importancia para explicar la actual situación a las LNA que aplica Brasil.
Según señaló Ferrario, “se liberan alrededor de 10 mil licencias por semana, lo que implica un volumen normal. El flujo está regularizado, pero el esquema supone un ‘corset’. Además, algunas empresas obtienen más licencias y en un tiempo más corto que otras”. En el sector coinciden en que existen cerca de 40 mil unidades en trámite de aprobación.
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