El Gobierno envió ayer al Congreso el proyecto de ley para compensar a los bancos por los amparos y la eliminación del CER. La iniciativa, firmada por Alfredo Atanasof y Roberto Lavagna, deposita en el Parlamento, el Banco Central y en una “auditoría externa” la responsabilidad de calcular la compensación total, que se realizaría mediante la emisión de bonos a diez años y medio de plazo (Boden 2013).
En los bancos estimaron que la compensación debería alcanzar a 3500 millones de dólares. Según el proyecto que llegó a la mesa de entradas de Diputados minutos después de las cuatro de la tarde, el cálculo deberá tomar en cuenta el reemplazo del CER, que ajusta por la inflación, por el coeficiente de variación salarial puesto en práctica para determinados créditos: hipotecarios para vivienda única, personales de hasta 12.000 pesos y prendarios de hasta 30.000. La contrapartida del Estado será neta de previsiones. El dato es importante ya que, según fuentes del Central, la mora promedio del sistema financiero alcanza al 30 por ciento. Sobre este cálculo, el Estado hará una quita adicional del 5 por ciento.
Según datos oficiales, los bancos pagaron amparos por 12.475 millones de pesos. Aproximadamente la mitad de este monto es lo que debería compensar el Estado. El resto corresponde al capital y al ajuste por el CER del que se hacen cargo las entidades financieras. Este cálculo no es el definitivo, ya que hubo amparos que se acreditaron en forma parcial. Es decir, no por el monto total del depósito. Por eso, la compensación se formalizará con las sentencias definitivas.
Los bancos reclamaban que las compensaciones salieran por decreto. Incluso, el Gobierno tomó el compromiso de otorgarlas antes del 25 de mayo en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario. Sin embargo, a cuatro semanas de las elecciones, Eduardo Duhalde desestimó el decreto y prefirió enviar un proyecto de ley al Congreso. Fue la manera elegida de postergar la resolución del tema para después de su salida de la Rosada: es improbable que los diputados voten un beneficio a los bancos en el tramo final de la campaña electoral.
En el proyecto se establece que la compensación se realizará a través de la emisión de Boden 2013 en pesos a tasa de interés variable. Tendrá amortizaciones cada seis meses y devengará intereses a la tasa promedio de captación de depósitos (plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro). Estos títulos, al igual que el resto de los lanzados recientemente por el Gobierno, se podrán comercializar en el mercado.