La Comisión de Presupuesto y Hacienda emitió ayer dictamen para prorrogar los derechos de exportación a los hidrocarburos, que afectan al petróleo, gas natural y sus derivados. Las retenciones sobre estos productos establecen un gravamen móvil y fijan un precio máximo al mercado interno en forma independiente del valor internacional, similar al mecanismo que en 2008 se pretendió instalar en el agro con la resolución 125. En el caso del petróleo crudo, las retenciones evitan que las petroleras reciban más de 42 dólares por barril. Su efecto más importante no es el aumento en los ingresos fiscales, sino que se trata de un mecanismo que permite redistribuir la renta petrolera y gasífera y evitar que la suba de precios internacionales impacten a nivel interno, indican especialistas.

Desde la privatización de YPF y el retiro del Estado de su posición de regulador y productor, a principios de los ’90, los hidrocarburos perdieron el valor estratégico. “Las empresas privadas iniciaron una estrategia de explotación de estos recursos no renovables. Aumentaron la extracción sin inversión en exploración para reponer reservas y la exportación de petróleo sin elaboración previa creció considerablemente”, explicó a Página/12 el economista Diego Mansilla.

La Ley de Emergencia Nº 25.561, del 6 de enero de 2002, modificó la ley de convertibilidad, pesificó las tarifas dolarizadas de las empresas privatizadas e implementó retenciones a las exportaciones, para captar ganancias extraordinarias provocadas por la devaluación. En un principio, se gravó un 20 por ciento al petróleo, y las naftas sólo se vieron afectadas en un 5 por ciento, lo que incentivó la exportación de este derivado. Ante la vertiginosa suba del precio internacional, en 2007 se creó el sistema de retenciones móviles que fijó el precio al exportador en 42 dólares el barril y aumentaron las retenciones a las exportaciones de subproductos. En el caso de las naftas, se fijó un nuevo piso de 31 por ciento. “Las retenciones permiten que los ingresos de las petroleras se desliguen del precio internacional. De todas formas, el precio al consumidor creció en los últimos años, por encima del internacional”, agregó Mansilla.