El Banco Central siguió ayer acumulando reservas, al comprar 180 millones de dólares para elevar el stock a 46.571 millones. Esa intervención la hizo en un mercado con un bajo volumen de negocios ante la ausencia de la demanda mayorista y la caída de la cotización informal a 4,55 pesos. Al público el billete verde se mantuvo en 4,30 pesos. La tensión especulativa que se vivió en días posteriores a la implementación de nuevos controles a la compra de moneda extranjera se fue diluyendo y ahora el Central es casi el único demandante de peso en el mercado. La autoridad monetaria, por su parte, solicitó a las asociaciones de bancos que las entidades informen de sus operaciones en moneda extranjera con diez días hábiles de antelación, en lugar de los cinco días que requerían hasta ahora.

Los mecanismos instrumentados por el Gobierno para detectar las operaciones genuinas de aquellas especulativas o de elusión cambiaria y fiscal generaron una fuerte resistencia de parte del establishment financiero. Este, con distintos argumentos, proyectaba escenarios de mayor rigurosidad en la compra de divisas y una escapada en el precio de la moneda estadounidense. La justificación era que el Gobierno impedía la compra de dólares, mientras preparaba un fuerte ajuste en el tipo de cambio. Los alertas tuvieron un efecto inmediato en la demanda, que creció por una situación de desconcierto. Hoy, que estas premoniciones quedaron sin asidero, en la plaza cambiaria retornó la calma.

“En la plaza hay un claro cambio de rumbo y estabilidad con el tipo de cambio. El Central está comprando dólares todos los días y en la rueda por muchos momentos no hubo compradores, mientras crece la liquidación de los exportadores”, resumió a este diario Claudio Burelli, responsable de la mesa de operaciones cambiarias del Banco Puente. La reducción en los pedidos de los compradores se notó también en los horarios en los que se inician las transacciones, que pasaron a concretarse recién pasado el mediodía. El Central suele esperar hasta las primeras operaciones para intervenir. Ayer compró 180 millones y elevó las reservas en 137 millones, debido a que pagó compromisos con organismos multilaterales. Mañana el Estado debe abonar unos 2200 millones de dólares por el pago del cupón atado a la marcha de la economía.

Para incrementar las herramientas de administración de las divisas, el Central requerirá a los bancos una mayor “planificación de las operaciones de venta de dólares por altos montos a sus clientes”, según explicó un colaborador de la titular del Central, Mercedes Marcó del Pont. “Les solicitamos informar a las entidades asociadas que a partir del próximo jueves 15 de diciembre se deberán incluir las operaciones previstas para los próximos diez días hábiles en lugar de los cinco que son informados actualmente”, señala el comunicado que el Central envió a las asociaciones de bancos. El organismo solicitó a las entidades que incorporen esta modalidad de trabajo de “manera permanente”. “En el futuro, los listados de ventas de moneda extranjera a clientes sólo podrán modificarse como excepción, en casos puntuales y con la debida justificación”, agrega. La medida no implica la necesidad de una nueva autorización –sólo se informa–, aunque el Central podría solicitar a la entidad, en caso de que se junten muchas operaciones en un mismo día, que las reprogramen para evitar presiones con el dólar.