La flamante Secretaría de Comercio Exterior, que encabeza Beatriz Paglieri, absorbió a comienzos de la semana pasada la facultad de otorgar las licencias no automáticas que hasta entonces estaba en poder de la Secretaría de Industria. Según fuentes del mercado, el traspaso está demorando las autorizaciones, las cuales desde entonces se aprueban con cuentagotas. A su vez, el viaje de Paglieri a Montevideo para participar de la Cumbre del Mercosur empeoró la situación. Algunos importadores estaban ayer tratando de conseguir la autorización para ingresar su mercadería, pero Paglieri es la única funcionaria que está autorizada para darles luz verde a los expedientes.

Las licencias no automáticas son unas de las herramientas disponibles para administrar el comercio. Ese mecanismo no impide las compras, pero las demora por 60 días, aunque el plazo suele extenderse un poco más por mecanismos burocráticos. La medida se encuentra entre las normas autorizadas por la Organización Mundial del Comercio. A comienzos de año, el Gobierno amplió las licencias no automáticas de 400 a 600 productos con la intención de desalentar la importación de algunos bienes y ayudar a preservar el superávit comercial.

El mecanismo resultó exitoso, pues en enero las importaciones crecieron un 52 por ciento y luego la tasa comenzó a desacelerarse hasta que en noviembre subió un 27 por ciento. Ahora el Gobierno decidió profundizar esa política a partir de una mayor coordinación con la Secretaría de Comercio Interior que dirige Guillermo Moreno. Por ese motivo, las licencias no automáticas pasaron a la Secretaría de Comercio Exterior.