Mar 31.01.2012

ECONOMíA  › MáS CONTROL A LAS IMPORTACIONES DE AUTOMOTRICES Y AUTOPARTISTAS

En la cola de las licencias

› Por Javier Lewkowicz

El Gobierno decidió incrementar el control sobre las importaciones del sector automotor. Esa tarea la lidera la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, al dejar de emitir las constancias de excepción a las licencias no automáticas de importación (LNA), con lo que cerró un canal que las firmas tenían para adquirir piezas y partes en el exterior con relativa facilidad. En cambio, a partir de ahora terminales y autopartistas (cuya producción también tiene alto contenido importado) deben tramitar las LNA. Es decir que requieren de la firma de Paglieri para poder realizar la operación de importación.

Con este esquema, el Gobierno tendrá más información de carácter previo sobre las importaciones. Busca de ese modo que autopartistas cumplan metas de empleo y mejoren la oferta para abastecer a las terminales, que ahora también están más controladas. El enorme volumen de licencias que Paglieri debe analizar, junto a las nuevas declaraciones juradas anticipadas de la AFIP, que abarcan a casi todas las importaciones, y la nota de pedido que instrumentó la Secretaría de Comercio Interior hará más compleja esa administración, advierten analistas y empresarios.

Cuando el área de Comercio Exterior estaba a cargo del Ministerio de Industria, la industria automotriz era beneficiaria de una constancia de excepción para las LNA en insumos y máquinas. Cada empresa, ya sea terminal o autopartista, debía renovar periódicamente esos certificados a cambio de compromisos de distinta índole, como sostener el empleo, incrementar exportaciones y no subir los precios. Mientras se mantenía en vigencia el permiso, la importación era libre. El objetivo era no entorpecer el proceso productivo.

La hipótesis de profundización de la crisis internacional que maneja el Gobierno y el objetivo de lograr un superávit comercial en 2012 de 10 a 12 mil millones de dólares, determinó que se estrechen aún más los márgenes de maniobra para las operaciones de importación. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se reunió con supermercadistas para adelantarles que no permitirá que ingresen productos importados que puedan ser reemplazados por producción nacional, el mismo mensaje que transmitió a otros sectores. El funcionario también informó a los importadores, durante la primera semana de enero, que le deben enviar por mail una planilla con el detalle de la operación que desean realizar. Además, desde febrero entrará a funcionar la declaración jurada anticipada de importaciones. Con ese régimen seguirán conviviendo las licencias no automáticas de importación, que ahora rigen para el sector automotor.

Cada despacho que se realice en el sector debe tramitar en la actualidad la licencia no automática. Con esto se busca evitar que el complejo automotor tenga un privilegiado nicho de importación. Las empresas deben presentar una serie de formularios donde especifican qué pieza buscan importar, en qué cantidad y si se produce o no en el país. También se pide el certificado de origen, que debe emitir el proveedor. “Trabajamos mucho más, porque se complejizó el trámite, pero no tenemos problemas con el ingreso de importaciones”, indicaron a este diario desde una de las automotrices con mayor participación en el mercado local.

“Las constancias de excepción otorgaban un margen amplio de flexibilidad para poder producir. El Gobierno quiere conocer qué se importa, quién y cuándo lo hace. Las licencias no automáticas proveen esa información, y nos aseguraron que van a salir firmadas en tiempo y forma”, relató otro empresario del sector. Las licencias aprobadas liberan la importación. El caso contrario es que el Gobierno negocie la firma del trámite a cambio de algún compromiso para sustituir importaciones. A los beneficiarios, en gran parte autopartistas, se les piden planes de exportación o mantener personal, por ejemplo.

El sistema de licencias también alcanza a los autopartistas, porque buena parte de su propia producción tiene contenido importado. Empresarios del sector dicen que las empresas más chicas son en las que mayor complejidad aparece para tramitar la importación. Además, las licencias no automáticas de importación se aplican sobre posiciones arancelarias, que abarcan a más de un tipo de producto. La mejora en la definición arancelaria es uno de los temas en los que el Gobierno está trabajando.

El sector automotor realiza unos 30 mil despachos de importaciones por mes. Cuando se venzan los certificados de excepción que todavía siguen válidos, calculan autopartistas, Paglieri deberá firmar más de cien licencias por hora. “Ellos pedían esta protección, ahora deben invertir”, responden las automotrices.

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