El sistema de declaración jurada anticipada de importaciones (DJAI) debutó ayer sin mayores complicaciones, aunque con algunos cambios que reflejan mayor sintonía entre la AFIP y la Secretaría de Comercio Interior. Los importadores deberán esperar 72 horas para que el organismo recaudador confirme la validez de las transacciones, y luego 10 días en los que Comercio Interior puede realizar alguna “observación” que frenaría la futura operación en Aduana. Por su parte, el gobierno de Brasil junto a empresarios de ese país volvieron a mostrar preocupación por la política de administración comercial argentina. “Seguimos con preocupación este tema y estamos en contacto permanente con el sector privado de Brasil y el gobierno argentino, para que podamos entender el impacto económico de este nuevo régimen y su consistencia jurídica”, señaló la secretaria de Comercio Exterior de Brasil, Tatiana Prazeres.

En el primer día en que funcionó el nuevo régimen, los empresarios operaron de forma electrónica sin mayores complicaciones. El organismo distribuyó un detallado manual instructivo sobre el nuevo régimen, al que Página/12 tuvo acceso. Algunos de los sutiles cambios marcan mayor sintonía con Comercio Interior. La AFIP incorporó en su formulario el casillero a completar con la “fecha probable de embarque y llegada” de la mercadería. Precisamente esos datos pide el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en la planilla que le deben enviar los importadores a la casilla notadepedi [email protected], que ayer colapsó por la cantidad de entradas, según los importadores.

La declaración jurada de AFIP es ahora igual a la nota de pedido de Moreno. Además, el manual indica que Comercio Interior tendrá para expedirse sobre cada importación un total de 15 días corridos. Ese lapso es similar a los 10 días hábiles que había pedido la AFIP a los organismos que se adhirieran al régimen, cuando Comercio Interior ya había resuelto tomarse 15 días hábiles. En este caso, primó el criterio de la AFIP.

La intención oficial de reforzar el control sobre las importaciones volvió a generar rechazo en Brasil. El titular de la poderosa Fiesp, que nuclea a los industriales de San Pablo, Paulo Skaf se reunirá hoy en Buenos Aires con dirigentes fabriles y buscará que pise con más fuerza el lobby para evitar medidas restrictivas argentinas.

Al respecto, se conoció ayer el dato del intercambio bilateral comercial. En enero, el comercio total sumó 2719 millones de dólares, una suba interanual de 5,5 por ciento, con un déficit para Argentina de 145 millones, que si bien reproduce la situación estructural en el intercambio entre los dos países, muestra una caída respecto del valor de enero de 2011 del 31,9 por ciento. Ello se explica por una suba de las exportaciones de 8,9, mientras que las importaciones sólo se incrementaron 2,7 por ciento, por la contracción en las compras de productos electrónicos y químicos. Es el cuarto mes consecutivo donde el rojo se reduce en la comparación anual. Si bien varios de los artículos cuya importación más se vio afectada están sujetos a las licencias no automáticas que aplica Argentina, cabe resaltar que las importaciones en general están fuertemente correlacionadas con el nivel de actividad industrial, que justamente mostró una importante desaceleración respecto de los primeros meses de 2011.