Empresarios y banqueros mantuvieron ayer un primer acercamiento, bajo la coordinación del Gobierno, con el objetivo de incrementar el financiamiento al sector productivo. La reunión fue motorizada por la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, quien en las distintas visitas que realizó a cámaras empresarias y asociaciones de bancos, para explicar los cambios en la Carta Orgánica del organismo, recogió variadas quejas y críticas cruzadas respecto del flojo desempeño del crédito. Los empresarios aseguran que los bancos retacean el crédito mediante la sobreexigencia de condiciones, mientras que los banqueros sostienen que los empresarios son desprolijos en el manejo de sus balances. En el encuentro participó además la ministra de Industria, Débora Giorgi. Los presentes aprovecharon para consultar por los mayores controles oficiales a la compra de moneda extranjera, aunque no recibieron mayores precisiones. El titular de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren, pidió que sea temporal la restricción.

Al aprobarse en el Congreso los cambios en la Carta Orgánica, Marcó del Pont inició una serie de reuniones para explicar los alcances de la reforma. Dentro de las nuevas facultades del organismo se destaca una intervención más activa para el redireccionamiento del crédito, orientándolo hacia el sector productivo. Fruto de esas reuniones, la funcionaria se ofreció como puente para que empresarios y banqueros logren trabajar en conjunto para aumentar el crédito y la inversión. Del convite participaron el presidente del Banco Nación, Juan Carlos Fábrega; del Provincia, Gustavo Marangoni; del Santander Río, Enrique Cristofani, y del Credicoop, Carlos Heller. Por el lado empresario asistieron además de Mendiguren, el titular de Adimra, Juan Carlos Lascurain; de la CGE, Marcelo Fernández, y de CAME, Osvaldo Cornide.

La titular del Central respaldó en parte la crítica de los banqueros, al pedirles a las empresas “asumir riesgos y aportar parte en este proceso, en la reinversión de sus ganancias, de las enormes ganancias que está teniendo el sector productivo en nuestro país”. Según explicaron desde el Central, los empresarios señalaron que los bancos “piden demasiados requisitos y por lo tanto no pueden acceder al crédito”. Por su parte, los banqueros apuntan que después de nueve años de crecimiento como el que tuvo el sector industrial, las empresas presentan balances donde no se traduce lo que está ocurriendo en términos de facturación o donde retienen o distribuyen íntegramente la ganancia y no se utiliza para capitalizar la empresa. “Me parece que también fue interesante, para no quedarnos solamente con el reclamo de las condiciones hacia el sistema bancario”, dijo Marcó del Pont a la salida del encuentro.

También reconoció que “el sistema financiero argentino está muy líquido y en la actualidad funciona con la menor mora histórica”, situación que podría ser canalizada al financiamiento productivo. En un intento por acercar intereses, Marcó del Pont explicó que el objetivo es “ordenar determinadas cadenas industriales para que sus proyectos cuenten con financiamiento de largo plazo y tasas fijas, mientras que los industriales deben asumir el compromiso de reinvertir sus ganancias para el crecimiento de sectores productivos que puedan constituirse en proveedores de productos e insumos que hoy se importan”. Con este fin, a partir de la semana próxima, se realizarán mesas sectoriales para analizar la política crediticia que se aplicará al desarrollo de cada rubro industrial. Entre las mesas que se constituirán figuran los rubros petróleo y gas, minería, maquinaria agrícola, automotriz y autopartes, textil, calzado, motopartes y electrodomésticos.

La expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de YPF en manos de Repsol ocupó un capítulo aparte. “En este caso, lo que se planteó es el desafío de generar toda una cadena de proveedores para el área energética de alta tecnología, que requiere sentar a las dos partes: el sistema financiero y el sector productivo”, aseguró Marcó del Pont. El objetivo es que se tome conciencia de que las pymes son negocio, y que la política está orientada a eso: tener una buena red de proveedores para petróleo y gas”, agregó Giorgi. Lascurain hizo hincapié en ese punto, planteando la necesidad de definir proyectos específicos industriales, como los correspondientes al rubro de la energía.