La cotización del dólar para bancos y agencias de cambio oficiales avanzó ayer un centavo, a 4,48 pesos. Este es el quinto escalón que avanza la divisa estadounidense al público en lo que va de mayo –equivalente al 1,1 por ciento–, siendo el mayor ritmo de apreciación desde diciembre de 2008, cuando todavía faltan diez días para concluir el mes. El endurecimiento en los controles a la compra de moneda extranjera derivó en una fuerte ola especulativa con el billete verde. El dólar blue (informal) de cuevas y arbolitos se ubicó en 5,71 pesos, con una suba que promedió los ocho centavos respecto de la semana pasada. La apreciación en el segmento formal fue convalidada por la intervención del Banco Central, que absorbió 100 millones de dólares, aunque el stock de reservas se redujo en igual volumen, a 47.479 millones. La AFIP continuó con sus operativos para desmantelar el accionar de esos arbolitos, relevando desde bancos hasta negocios y hoteles.

Las especulaciones en torno del dólar se multiplican, mientras que el gobierno continúa sin ofrecer información sobre los pasos a seguir en materia cambiaria. Esta incertidumbre derivó en una reducción significativa del volumen de negocios, no sólo para las transacciones de ahorristas en el mostrador de los bancos sino también de inversores institucionales en el mercado mayorista. Ayer se operaron unos 4221,4 millones de dólares, lo que le permitió al Central recomponer reservas. El nuevo contexto cambiario tiene sus ventajas y desventajas para la estrategia del organismo monetario. Por un lado, el Central es actualmente el principal comprador en la plaza, pero el mercado se redujo mucho en estos días y en algunas ruedas no pudo ejercer este protagonismo. El sector exportador de granos liquidó la semana pasada 620,6 millones de dólares, un 6,4 por ciento menos que el nivel promedio de principios de mes.

“El volumen de liquidación no es el problema. Se está haciendo dentro de los parámetros habituales para el primer semestre, el cual es el más activo del año”, señalaron fuentes del Central. Sin embargo, la compra diaria de dólares no se está reflejando de manera directa en el comportamiento del stock de reservas. Esto se debe al pago de vencimientos de deuda pública que realiza la autoridad monetaria. De hecho, para algunos analistas, el mayor control a la compra de dólares por parte de la AFIP busca anticiparse a un escenario, como el del segundo semestre, de menor ingreso de divisas y mayor volumen de vencimientos. Por su parte, el Central está devolviendo al Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) lo que le fuera prestado para amortiguar la corrida cambiaria que se vivió en las semanas previas a las elecciones presidenciales pasadas. En las últimas dos semanas, el BCRA giró unos 500 millones de dólares al Basilea.

En el Gobierno continúa la preocupación por cómo contener esos desbordes que generó el endurecimiento de las condiciones para la adquisición de moneda extranjera. El principal interrogante es cómo reducir la brecha que se abrió entre el oficial y el blue, para evitar que el tipo de cambio informal se convierta en la nueva referencia para la economía doméstica, quedando el oficial circunscripto a operaciones de mercado externo. En una semana, el informal se encareció 45 centavos. En el Gobierno estudian modificaciones para el mercado inmobiliario –que históricamente publica precios y se paga en dólares–, con el objetivo de que esos negocios se pacten en pesos, evitando además una caída en el nivel de actividad de la construcción.

Por su parte, la AFIP continuó con los operativos, que se focalizaron en disuadir a los arbolitos (vendedores ambulantes) de la city. Si bien se trata de un mercado de escaso peso, su principal exponente no es el arbolito sino las cuevas que operan en connivencia con bancos autorizados a comprar dólares. También hay negocios y hoteles que aceptan dólares de sus clientes y luego los vuelcan en el mercado paralelo. Por estas operaciones, denominadas express, ayer se pedía un precio que rondó los 5,20 pesos. Los controles oficiales abarcarán entonces los circuitos donde actúen shoppings, hoteles y comercios que acepten dólares.