La producción nacional de autos cayó en mayo 24,4 por ciento en relación con el mismo período del año pasado, y acumula en los cinco primeros meses una baja de 10,5 por ciento, según informó ayer Adefa. El desempeño negativo se explica en mayor medida por la dinámica de las exportaciones, que en mayo mostraron un derrumbe interanual de 45,7 por ciento, resultado que responde a la caída de la demanda brasileña, hacia donde se dirige la mayor parte de las ventas externas que realizan las terminales radicadas en Argentina. También incidió la caída de 14,8 por ciento en las ventas al mercado local. En el año ganó participación la venta de autos hacia destinos no tradicionales, como Colombia y Perú.

La industria automotriz determina buena parte del índice de evolución industrial y explica una gran proporción del déficit comercial industrial. Por eso el Gobierno pretende que las terminales sustituyan importaciones para mejorar la integración de partes y piezas nacionales en los autos.

Así como el sector automotor lideró el crecimiento industrial desde la salida de la convertibilidad, en los últimos meses tracciona la desaceleración manufacturera. El año pasado la producción nacional alcanzó un record de casi 830 mil unidades, lo que supuso un alza anual de 15,7 por ciento, muy por encima del crecimiento de la producción mundial de vehículos, que fue del tres por ciento según la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA por sus siglas en inglés). Ese fenómeno se repitió sucesivamente en los últimos años, lo que convirtió al país en una plaza con una escala de producción muy relevante.

Este año, según la OICA, la fabricación mundial volverá a subir un tres por ciento, aunque la Argentina, por lo menos en los cinco primeros meses, muestra un desempeño negativo. “Los datos de la producción nacional reflejan un reacomodamiento de los mercados a nivel global. Es necesario analizar todos los resultados con una perspectiva de largo plazo, tomando en cuenta que los puntos de comparación se constituyeron en records que se fueron logrando de modo sucesivo a lo largo de ocho años”, matizó el presidente de Adefa, Viktor Klima.

La producción en mayo llegó a 60.206 unidades, que representa una baja de 24,4 por ciento interanual. Frente a abril, mes que contó con menos días hábiles, la suba fue de 9,9 por ciento. Prácticamente la mitad de las ventas se dirigieron al mercado interno y la otra mitad se exportó. Las ventas externas bajaron casi un 50 por ciento respecto del registro del mismo período en 2011 y acumulan en el año una caída de 26,5 por ciento. Se trata de 52 mil unidades exportadas menos que el año pasado, de las que 49 mil corresponden a una merma desde Brasil. En el país vecino, según los últimos datos disponibles, la producción de autos bajó en abril 7,5 por ciento interanual, mientras que toda la actividad industrial bajó 2,9 en el mismo período. Mercados todavía marginales para la industria local mostraron un mejor desempeño. La demanda desde Colombia, por ejemplo, que representa el 3,2 por ciento de las exportaciones, subió 124 por ciento, mientras que Perú, con el 2,4 del total exportado, avanzó 744 por ciento.

Si bien las ventas de los concesionarios, según el informe de Acara de anteayer, crecieron 11,5 por ciento en mayo de manera anual, eso no se tradujo en una mayor demanda hacia las automotrices en el mismo período. De hecho, las ventas al mercado interno de parte de las terminales llegaron en el mes a 64.746 unidades, una baja anual de 14,8 por ciento. Sin embargo, la comparación del dato acumulado del año muestra el mejor desempeño del mercado local en relación con las exportaciones. Mientras las ventas externas descendieron más de un 25 por ciento, la cantidad de unidades dirigidas a los concesionarios cayó sólo 1,9 por ciento.