Las entidades agropecuarias que forman parte de la Mesa de Enlace –Federación Agraria, Sociedad Rural, CRA y Coninagro– comenzaron su primer día de lockout con una tenue movilización al costado de varias rutas nacionales, con reparto de panfletos incluido. La entidad que conduce Eduardo Buzzi (FAA) informó que sus afiliados realizaron “control de cargas”, es decir que se dedicaron a inspeccionar camiones para evitar que los granos lleguen a los puertos correspondientes. Para intentar subir un poco el rating de la manifestación, Hugo Biolcati, presidente de la SRA, visitará hoy dos asambleas de la provincia de Buenos Aires. Por su parte, Alberto Frola, titular de Carbap, rechazó el convite del gobernador Daniel Scioli para mantener un encuentro esta semana. La respuesta del ruralista fue que no mantendrá ninguna reunión hasta que termine el lockout.

El cese de comercialización de granos, carnes y productos agropecuarios no perecederos se extenderá hasta la medianoche del próximo martes y ese mismo día los dirigentes de la Mesa de Enlace mantendrán una nueva reunión en la sede de la Federación Agraria para evaluar los alcances de la protesta nacional y definir los pasos a seguir. “Se perfila algo parecido a la 125”, llegó a decir Alfredo De Angeli, federado de Entre Ríos. Ese es su objetivo. Sin embargo, el contexto es otro.

“Quiero creer que van a consultar a las bases si desean seguir. Aunque haya razones concretas para la protesta, sobre todo por las necesidades de los pequeños y medianos productores, no veo un clima como el de 2008. En aquella oportunidad la mayoría de la gente nos acompañaba y ahora no es así”, admitió ante Página/12 Silvio Corti, federado de San Pedro. Según este dirigente, que integra una línea interna dentro de FAA que pretende disputarle poder a Buzzi, ayer hubo una “presencia intermitente de productores” a la vera de la ruta.

La agrupación de Corti se llama Francisco Netri y buscará unir fuerzas con otra vertiente, Grito de Alcorta, de la que forma parte Pedro Peretti, otrora mano derecha de Buzzi. El objetivo de ambos es renovar la cúpula dirigencial para septiembre, cuando haya elecciones. Buzzi ocupa el cargo de titular de FAA desde hace diez años.

La Mesa de Enlace preparó tres panfletos para repartir en las rutas. Hay dos que se relacionan con el sector agropecuario –donde calculan cuánto gana un productor de trigo y cuánto sale el kilo de pan, según sus cuentas– y un tercero que es netamente político. “Juntos nos movilizamos para vivir con seguridad, vivir sin inflación, vivir en una verdadera democracia.” El mensaje es muy similar a la campaña realizada vía web que está convocando a un cacerolazo para hoy.

Por su parte, la Mesa Agropecuaria bonaerense aseguró ayer que el nivel de acatamiento al lockout era alto. Los productores bonaerenses estuvieron movilizados en las rutas para evitar el paso de transportes con granos y animales en pie y “concientizar” sobre lo que consideraron un “impuestazo” dispuesto en la provincia. La “concientización” se realizó a través de lo que los ruralistas llaman “control de cargas”. Si bien no realizaron cortes de rutas, intentaron controlar, cual inspectores, qué tipo de mercaderías transportan los camiones que pasan por las rutas nacionales. A Liniers llegaron 17 camiones con 700 cabezas de ganado.

Entre los 21 puntos mencionados por la Mesa de Enlace como justificativo de esta nueva medida de fuerza, mencionaron la pérdida de rentabilidad y competitividad del sector. Si bien este año hubo sequía, y por ende habrá una menor cosecha de trigo y soja en comparación con el año pasado, el ritmo de ventas de los productores creció. Así lo confirmó ayer la Bolsa de Cereales de Rosario.

Según un informe de la entidad cerealera, a mayo de este año se vendieron granos a un mayor ritmo que el año pasado. Las compras de soja de los exportadores (por ende, las mayores ventas de los productores) aumentaron un 3 por ciento interanual, mientras que la aceleración resultó más pronunciada en el caso del trigo y maíz, con alzas del 25 y 20,7 por ciento interanual. El documento sostiene que esto fue así por el temor de los exportadores de que haya menos producción en el transcurso del año.

Según las previsiones oficiales, el total de la cosecha de granos estará por debajo de las 100 millones de toneladas, marca histórica de la anterior campaña.