–Este fin de semana le entregarán el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Jerusalem. ¿Qué significa para usted esta distinción?

–Tiene un valor muy particular. Es una universidad cuyo comité fundador estuvo integrado, entre otros, por Albert Einstein, Sigmund Freud y Martin Buber, y en los últimos años produjo cinco Premios Nobel. Además, desde su creación nunca le dio a un cientista social latinoamericano este premio. Me lo otorga el Senado de la universidad por trayectoria y los aportes pioneros a la ética para el desarrollo, la lucha contra la pobreza y mis propuestas para mejorar los programas sociales a nivel internacional y en América latina.

–También estrenó un programa en el canal Encuentro, Informe Kliksberg. Consta de 25 episodios, cada uno con una temática distinta. ¿Cuál es la idea que se desarrolla en las distintas emisiones?

–En el canal Encuentro nos planteamos la idea de darle elementos a la ciudadanía argentina para comprender la realidad económica y social del país y en general. Este es el tipo de luchas que hay que llevar adelante para confrontar a los grupos hegemónicos. El objetivo es presentar a la ciudadanía aquellos conceptos que algunos economistas nos presentan como impenetrables.

–¿Cómo surge la posibilidad de este espacio para abordar este tipo de temas en televisión?

–En los ’90 predominaba totalmente el neoliberalismo ortodoxo en América latina, aunque yo iba en la misma dirección. No obstante, en esa época era una voz aislada. Una de las luchas centrales que planteaba cuando hablaba ante los organismos internacionales era para que se legitimara el debate acerca de la pobreza, como un tema de discusión. Pero el establishment no aceptaba oficializar la pobreza y la desigualdad porque afectaba sus intereses. Ahora fui invitado por el gobierno nacional para esclarecer a la población los temas de índole social, mediante este programa. Este es uno de los saltos cualitativos que existen actualmente y que dan evidencia de un cambio en las correlaciones de poder.