El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, instó ayer a “los poderes del Estado” a implementar políticas que sirvan para “mejorar y facilitar la vida” de los jubilados y acabar con su “verdadero padecimiento”. “Tenemos que tratar que todos los poderes del Estado tengamos una visión enfocada en mejorar y facilitar la vida de los ciudadanos y no complicársela”, sostuvo el magistrado, y añadió: “Nuestra posición es ver qué mecanismos concretos podemos implementar para que no exista el verdadero padecimiento que tienen los jubilados”. Lorenzetti se refirió a la litigiosidad previsional. “Queremos trabajar en medidas concretas para que los jubilados no tengan que hacer juicios (de actualización de haberes) en una edad en la que es difícil hacer juicios, un momento difícil de la vida”, avanzó. El titular del máximo tribunal hizo estas declaraciones un día después de que la Corte solicitó a la Anses un informe exhaustivo sobre su situación presupuestaria, en el marco de una causa promovida por el defensor del Pueblo de la Nación para extender los alcances de los fallos Badaro y Eliff a cerca de un millón de jubilados. Las palabras de Lorenzetti también se dan cuando existe una pulseada entre el Gobierno y la corporación judicial por el intento del oficialismo de derogar las jubilaciones de privilegio de jueces y diplomáticos. Los magistrados cobran un promedio de 22.000 pesos mensuales de jubilación y se resisten a perder ese beneficio. El director de la Anses, Diego Bossio, sostuvo que durante el primer semestre de este año se pagaron más retroactivos que en igual período de 2010 y 2011. Fueron 16.932, por 1174 millones de pesos.