La actividad económica creció 0,6 por ciento en abril y acumula una suba de 4 por ciento en el primer cuatrimestre del año, según informó ayer el Indec. La desaceleración es fuerte con respecto a la suba de 9,1 por ciento que había registrado la economía en el mismo período de 2011. Las causas que explican el enfriamiento son múltiples. Se destaca el impacto de la crisis europea, por la vía comercial; el estancamiento de Brasil y la incertidumbre generada alrededor del mercado cambiario, que repercutió sobre las decisiones de inversión.

El año pasado se registró un record de actividad en varios sectores, lo que derivó en un crecimiento del 8,9 por ciento con respecto a 2010. La desaceleración comenzó en diciembre con un 5,6 por ciento, y luego continuó con tasas de 5,5, 5,2, 4 y 0,6 por ciento en enero, febrero, marzo y abril, respectivamente.

El flojo desempeño de la industria es uno de los factores que más está influyendo en este freno de la economía. En el segundo trimestre de 2011 la suba anual fue de 8,4; en el último trimestre de ese año, de 3,4, y en los primeros cuatro meses de 2012 aumentó apenas 0,6 por ciento. La causa fundamental de este desplome es la industria automotriz. Según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en abril se produjeron 57.772 unidades, un 19,1 por ciento menos que en marzo y un 24,4 por ciento menos que en el mismo período de 2011. De ese modo, en el primer cuatrimestre el sector retrocedió 5,7 por ciento. Las razones de ese freno se encuentran principalmente en la menor demanda brasileña, donde se dirigen el 80 por ciento de las exportaciones de autos. El principal socio del Mercosur no termina de despegar y el recrudecimiento de la crisis internacional ha forzado incluso al equipo económico de Dilma Rousseff a rebajar las proyecciones de crecimiento para 2012.

Otro sector que redujo su crecimiento fue la siderurgia, ya que en los primeros cuatro meses se mantuvo amesetada, debido a una baja performance de la producción de acero crudo, que creció 3,9 por ciento, y una sensible caída de la fabricación de aluminio primario (-16,2 por ciento).

También fue flojo el desempeño de la industria de la construcción. En abril cayó 3,8 por ciento en forma interanual y 5,9 por ciento en relación con marzo, mientras que en el primer cuatrimestre el avance fue de sólo 0,6 por ciento. El control a la compra de dólares que se instaló desde noviembre explica en parte esos resultados, aunque analistas del sector afirman que la propia lógica con la que creció la actividad en los últimos años impone un particular límite: se construye para un segmento muy exclusivo en un espacio urbano reducido. Eso implica que la especulación alrededor del valor de la tierra junto al aumento en los gastos operativos haga subir los costos, mientras que la demanda se restringe a los sectores más privilegiados, ahora con mayor incertidumbre por la crisis internacional y la desaceleración económica local.

Como termómetro de la demanda, el Indec registró que las ventas en shoppings y súper estuvieron por encima del crecimiento promedio de la economía. En los grandes centros de compra crecieron 8,7 por ciento durante abril frente al mismo mes de 2011, mientras que en términos mensuales el avance en las cantidades vendidas fue de 5,5 por ciento. A su vez, en los supermercados las ventas a precios corrientes treparon 25,5 por ciento en abril, respecto del mismo mes del año anterior, y la variación interanual del primer cuatrimestre del año 2012 fue de 28,4 por ciento.