ECONOMíA
› OPINION
¿Melconian o Krugman?
› Por Julio Nudler
Quién tendrá razón, Carlos Melconian o Paul Krugman? ¿Quién de ellos estará mejor enterado de lo que efectivamente ocurre en las potencias capitalistas? En principio, de acuerdo a declaraciones radiales suyas de ayer, el eventual ministro de Economía de Carlos Menem, si éste vence en el ballottage, cree que en los países desarrollados “en materia económica las cosas van por una franja donde nadie se hace rico ni pobre de la noche a la mañana... Para aquel que tiene una inversión, las reglas de juego no giran 180 grados si gana uno u otro candidato.”
También ayer, podía leerse en el New York Times una indignada columna de Krugman, cuya conclusión plantea que, pese a perder una que otra batalla (judicial), los financistas tramposos y los altos ejecutivos de grandes compañías, que estafaron masivamente a los inversores, y entre ellos a los trabajadores de sus mismas empresas, están ganando la guerra. Y no están venciendo independientemente de quién gobierne Estados Unidos. Todo lo contrario: es sabido hasta qué punto, de George S. Bush para abajo, los gobernantes republicanos han sido salpicados por los escándalos corporativos y protegen a los culpables.
Aunque Melconian crea que en esas mecas del capitalismo nadie se va a dormir pobre y amanece rico, o al revés, la realidad es precisamente la opuesta. Un ejemplo: los trabajadores de Enron, que vieron evaporarse en apenas horas sus ahorros jubilatorios. E inversamente: la paga media entre los cien mayores ejecutivos equivalía ya en 2001 a 500 veces el sueldo del empleado promedio. Y en el 2002, mientras crecía el desempleo y bajaban los salarios, además de derrumbarse las acciones, la crema de los ejecutivos elevó sus propios sueldos otro 14 por ciento, según Fortune.