ECONOMíA
› EL FONDO ADMITIO QUE HABRA MENOS INFLACION Y MAS CRECIMIENTO
Esa vieja costumbre de equivocarse
El ministro acordó con la misión del organismo una estrategia para frenar la caída del dólar. El Banco Central aumentará la emisión de pesos y liberará controles cambiarios para tonificar la demanda.
El FMI reconocerá el lunes próximo, cuando concluya la revisión técnica del programa en curso, que equivocó las previsiones de inflación y que el PBI crecerá bastante más de lo que se pensaba, consensuadas en su momento con el ministro de Economía, Roberto Lavagna. “Ahora entendieron que esto no es un veranito”, se regodeó ayer el ministro. A los fines prácticos, Lavagna blanqueó que se acordó con el FMI una nueva estrategia para sostener el dólar. Como informó este diario, el Banco Central emitiría entre abril y julio unos 3000 millones de pesos más que las metas originales fijadas por el organismo. Pero, además, en las próximas horas el Central tomaría nuevas medidas de liberación de los controles cambiarios, de modo de facilitar el giro de divisas al exterior y fortalecer así la demanda de dólares.
“La inflación está muy por debajo de las estimaciones que había en el presupuesto y de los pronósticos que tenía el FMI”, dijo Lavagna. El índice de precios al consumidor de abril fue apenas 0,1 por ciento (ver página 11), y en el cuatrimestre acumula sólo 2,5 por ciento. Con esas cifras confirmadas, en los próximos días el Fondo revisará la proyección anual de un exagerado 22 por ciento anual. Sin embargo, si algo caracteriza a los burócratas de Washington a la hora de dar buenas noticias, es especial cuando contradicen sus propias estimaciones, es la prudencia. Así, el nuevo pronóstico rondaría “entre el 15 y el 20 por ciento”, según anticipó Lavagna. “Nuestra proyección está ahora en 14 por ciento, pero si se mantiene la tendencia actual va a ser menor”, agregó.
Otro pronóstico que aceptó corregir la misión que encabeza John Dodsworth fue el del producto. “En el Fondo reconocen que el crecimiento del PBI será en el año del 4 por ciento, cuando habían empezado con una previsión del 1 por ciento”, sostuvo el ministro.
Ayer Lavagna se reunió con Dodsworth y hoy volará a Brasil, donde acompañará al candidato presidencial del oficialismo Néstor Kirchner en su encuentro con el presidente Lula. El lunes próximo, el ministro volverá a reunirse con el jefe de la misión fondomonetarista, que concluirá ese día la auditoría técnica sobre las metas del primer trimestre del año.
“Las metas fiscales y monetarias están sobrecumplidas”, adelantó Lavagna. Pero admitió que “hay dos o tres cuestiones de carácter estructural que todavía generan discusión”. Al respecto mencionó: el proyecto de ley para transformar el impuesto a los combustibles en un tributo “ad valorem”, que se halla cajoneado en el Congreso; la ley de entidades financieras y de reforma de la carta orgánica del Banco Central que sería enviada al Parlamento antes de un mes, y la ley de compensaciones a los bancos por la pesificación asimétrica, que el FMI pretende que salga por decreto.
Lavagna confirmó que “va a haber una mayor expansión monetaria”, con el objetivo de bajar las tasas de interés y evitar un mayor derrumbe del dólar. En realidad, como informó este diario, en abril, el Banco Central excedió en unos 1400 millones de pesos las estrictas metas de emisión fijadas por el Fondo. En los últimos días, Economía y Alfonso Prat Gay blanquearon esa situación ante los auditores externos y consiguieron la autorización para emitir otros 1600 millones de pesos extra hasta julio. Así, los 3000 millones de pesos adicionales, por sobre las pautas acoradas en enero con el Fondo, darían margen al Central para comprar los dólares suficientes para evitar que el tipo de cambio se desplome muy por debajo de los 3 pesos. Pero si con esa estrategia no bastara, Lavagna anunció también que el Central continuará con la política de liberación de los controles cambiarios, de modo de elevar la demanda de divisas por parte de empresas e inversores.
El ministro eludió cualquier definición sobre el valor del dólar que el Gobierno y el Fondo habrían acordado defender. En enero, el Fondo había previsto un valor promedio durante el año de 3,85, pero, de ahora en más, no arriesgaría una previsión. Además, Lavagna negó que con los dólares extra que compre el Central para sus reservas se vaya a afrontar un pago inicial a los acreedores extranjeros como muestra de buena voluntad en el proceso de renegociación de la deuda en default. “No hay ninguna condición del Fondo en ese sentido. Pero además eso es imposible, porque primero se debe encarar la renegociación y después ver cómo se paga”, explicó.