El gobierno argentino inició ayer el reclamo formal ante la Organización Mundial del Comercio por las restricciones al ingreso de limones frescos que impone Estados Unidos. Se trata de una disputa, junto con las trabas para la exportación de carnes, que ya lleva más de diez años de conversaciones bilaterales infructuosas. La entrada de los cítricos producidos fundamentalmente en Tucumán al país norteamericano está restringida desde 2001. El impedimento proviene de barreras fitosanitarias impulsadas por los lobbies de California, principal región productora de ese país.

Argentina es el principal productor de limones del mundo, con 1,5 millón de toneladas al año. Actualmente, esos productos se exportan sin inconvenientes a destinos como Rusia, Países Bajos, Italia y España. Sin embargo, esos limones tienen vedado el ingreso a Estados Unidos.

El comienzo de las negociaciones formales en la OMC ofrece a ambos países un plazo de negociaciones de 60 días. Si las partes no llegan a ningún acuerdo –el escenario más probable–, Argentina solicitará la conformación de un Panel de Expertos para terminar de dirimir las diferencias.

En paralelo con el reclamo argentino, Estados Unidos y otros países cuestionaron en la OMC las medidas de política comercial proteccionistas desplegadas por el gobierno argentino desde 2009.