La cotización oficial del dólar se apreció ayer otro centavo, al cotizar a 4,72 pesos. La suba tuvo lugar en un mercado con volumen reducido de actividad, resultante de la menor liquidación de divisas, las cuales se mantienen limitadas a ventas para cumplir obligaciones puntuales por parte de productores de granos. Fuentes oficiales estimaron que resta ingresar en el año al mercado unos tres mil millones de dólares, tomando en cuenta un promedio del último mes, equivalente a entre siete y ocho millones de toneladas. La menor liquidación de divisas implica un menor volumen de reservas, que no logra recomponer el stock previo al pago de deuda. Ayer se ubicó en 45.011 millones de dólares y en el año acumula una caída de 1364 millones. La cosecha sin vender se encuentra en los denominados silobolsas, que se volcaría al mercado recién con el ingreso de la próxima campaña, la cual fue estimada en 110 millones de toneladas y record de área sembrada, señala la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En las últimas semanas se exhibió una leve aceleración en el ritmo de la apreciación del dólar, respecto de igual lapso del año pasado. En lo que va de 2012 acumula 40 centavos de suba, equivalente a 9,3 por ciento contra diciembre último, mientras que en igual cotejo para el período anterior, la suba había sido de 22 centavos –de 4,01 a 4,23 pesos– o un 5,5 por ciento. El endurecimiento en los controles a la compra de moneda extranjera para los particulares les quitó presión a los bancos, lo que queda demostrado en la menor demanda de estas entidades en el segmento mayorista. No obstante, la oferta también retacea y el Central se encarga de compensarla. De todos modos, esto no implicó un mayor sacrificio de reservas. En lo que va del año, el stock se redujo un 2,9 por ciento (1375 millones de dólares), contra el 7,4 por ciento (3866 millones) de igual período del año pasado.

La caída se explica por la utilización de reservas para el pago de deuda con tenedores privados y organismos de crédito, a través del Fondea y Fondoi, respectivamente, y a las dificultades para recomponerlas en un contexto especulativo sobre la liquidación de divisas. Según datos de la cámara de exportadores de cereales y oleaginosas (Ciara-CEC), correspondientes a la primera semana de este mes, evidencia una liquidación de 18.395 millones de dólares, un 9,5 por ciento inferior a los 20.327 millones acumulados en el mismo lapso. La desaceleración en el ritmo de ventas tuvo lugar en junio. Previamente, el ingreso superaba semanalmente los registros respecto de un año atrás. Hubo semanas de junio que se llegó a liquidar la mitad. Esta situación empeoró en agosto, donde las fuertes tormentas llevaron a que se previera una menor cosecha para el cierre de la campaña.

La menor liquidación fue relacionada con la especulación de parte de los exportadores, a la espera de mejores precios internacionales para sus ventas. Sin embargo, los granos se ubican actualmente en valores altos en términos históricos y la venta se mantiene acotada. Esto dejó en evidencia que quienes están acopiando son los productores, valiéndose de las silobolsas. Estos no esperan mejores precios –actualmente, la cosecha para la soja se vende a los exportadores por encima de los dos mil pesos la tonelada– sino un destino para sus ingresos. “Hoy el productor no vende su cosecha, salvo que la utilice para la compra de un automotor o inmueble, o para la renovación de maquinaria y equipo. En caso contrario, y sin la posibilidad de dolarizarse, prefieren mantener los granos como activo refugio, pese a las volatilidades externas, y eventualmente venderlas para principios de diciembre”, señalaron a este diario fuentes del Ministerio de Agricultura.

Para evitar este tipo de maniobras, la AFIP creó el mes pasado un régimen de información respecto de las existencias de granos no destinados a la siembra –cereales y oleaginosos– de propia producción. Desde el ente recaudador sostuvieron que “todavía no se cuenta con el resultado de los datos relevados”. No obstante, se calcula que sólo un millón, de los siete por liquidar, tiene como destino la resiembra para la campaña 2012-2013. Según datos difundidos durante un encuentro de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), “están dadas todas las condiciones (climatológicas) para alcanzar en la próxima cosecha una producción de entre 105 y 110 millones de toneladas, de los cuales 55 millones corresponderían a soja y 25 millones a maíz, equivalente a 35.500 millones de dólares a los precios actuales.