El Programa Crédito Argentino (Pro.Cre.Ar) ya inició la licitación para construir cinco mil viviendas para quienes no poseen un terreno propio. En aproximadamente un mes, el Gobierno lanzará la segunda licitación para agregar al programa otras 10 mil unidades para aspirantes sin tierra. En esta primera etapa serán 15 mil viviendas, que abarcarán 300 hectáreas distribuidas en 11 ciudades del país. La apertura de los sobres de la primera licitación se realizará en febrero de 2013, y en abril comenzaría la construcción de las casas y los sorteos correspondientes para los que decidieron inscribirse en Pro.Cre.Ar. La localización de los proyectos surgió de un estudio demográfico y de los déficit habitacionales registrados. Por eso las primeras edificaciones se realizarán en Ciudad Evita (La Matanza), Rincón de Milberg (Tigre), Ezeiza, San Nicolás, Bahía Blanca, Mar del Plata y Santiago del Estero.

“La tierra no es sólo para levantar viviendas, sino que también sirve para construir ciudades. Cada proyecto tiene beneficios directos e indirectos. Desde la agencia apuntamos más a los indirectos, por eso buscamos generar nuevos equipamientos urbanos, escuelas, parques, etcétera. Cada barrio Pro.Cre.Ar tiene una gestión local y, según la cantidad de familias, prevemos generar equipamiento e infraestructura, que incluso podría beneficiar a otros barrios aledaños. Para nosotros, llegar con las viviendas es generar trabajo”, afirmó a Página/12 Martín Reibel, vicepresidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.

La semana pasada se abrieron los sobres de la licitación que corresponde a las primeras cinco mil viviendas, donde participaron 50 empresas de todo el país. Este proceso licitatorio concluirá en febrero y antes del llamado a sorteo para iniciar la etapa financiera del plan, junto al Banco Hipotecario, los interesados deberán elegir alguna de las localizaciones licitadas.

Además de las ciudades ya citadas, también se privilegiarán en esta primera etapa Córdoba, el litoral y el sur del país (Ushuaia, La Pampa y Río Gallegos), principalmente aquellas localidades con más de 100 mil habitantes. El 50 por ciento de toda la tierra pública del Estado nacional está en manos de las Fuerzas Armadas, y entre un 17 y 20 por ciento está en manos de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF). Generalmente, las tierras ferroviarias están ubicadas en grandes centros urbanos distribuidos por todo el país, que fueron entregadas a los concesionarios al momento de privatizar el transporte ferroviario. “Hay una gran alfombra de predios en diferentes ciudades, donde el Estado nacional no pudo hacerse de ellos porque estaban bajo un statu quo legal que lo impedía. Ahora estamos trabajando para recuperar esos terrenos”, aseveró Reibel.

El decreto 902/2012, que dio nacimiento al Pro.Cre.Ar, puso a disposición de la iniciativa 1820 hectáreas, de las cuales 300 –que están bajo la administración de la agencia– serán destinadas a la construcción de las primeras 15 mil viviendas. La agencia también realizó convenios con distintas provincias que cedieron tierras para integrarlas al Pro.Cre.Ar.

“Los casos destacados son San Juan –que cedió tierras para construir 500 viviendas–, Mendoza (900 viviendas) y La Rioja, con cerca de 500 viviendas. Cuando nos ofrecen tierras de otras jurisdicciones, primero debemos hacer un análisis detallado del dominio. Seguramente, el próximo año muchos gobernadores acercarán sus propuestas”, explicó el vicepresidente de la agencia, que trabaja junto con el titular de esa dependencia, Antonio Vulcano, y el resto del equipo de Pro.Cre.Ar, conformado por Diego Bossio y Axel Kicillof.

Este programa también tendrá un enclave en la ciudad de Buenos Aires, con predios ubicados en Pompeya y Estación Buenos Aires. En total serán 4500 viviendas. “Esta es la primera vez que se llegará a la CABA con una gran cantidad de viviendas de este tipo. Hay otros terrenos, pero por ahora son tierras públicas concesionadas”, sostuvo Reibel, y agregó: “Una vez que estemos ejecutando 40 mil viviendas, seguramente se generará un empuje en todo el mercado inmobiliario que hará más accesible los inmuebles para la clase media”.

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