Mié 07.11.2012

ECONOMíA  › LA PRESIDENTA CUESTIONó A LAS CALIFICADORAS Y PIDIó JUECES QUE LAS SANCIONEN COMO EN AUSTRALIA

“No hay modelos, hay proyectos políticos”

Cristina Kirchner embistió contra instituciones del mundo neoliberal, como las calificadoras de riesgo, y elogió el libro Economía a contramano, adelantado en la edición del domingo de Página/12. Se quejó por las seis corridas cambiarias.

“Las calificadoras de riesgo diseñaron una artimaña para esquilmar a las sociedades”, criticó ayer la presidenta de la Nación, Cristina Fernández. Destacó que desde que está al frente del Ejecutivo nacional se registraron seis corridas cambiarias, las cuales soportó “sin devaluar ni salir a endeudarse”. La información había sido publicada en la tapa de Página/12 el último domingo. Esa nota retomó las principales ideas del primer capítulo del libro Economía a contramano, de Alfredo Zaiat, periodista de este diario. CFK citó el artículo, contó que comenzó a leer el libro y lo recomendó. Por otro lado, anticipó el dato del superávit comercial de octubre. En el acumulado del año, el ingreso de dólares por esa vía es de 11.527 millones (ver aparte).

“El fin de semana leí un interesante artículo en Página/12, titulado ‘Verde que te quiero verde’, del economista Alfredo Zaiat, que ha escrito un libro que quiero recomendar: Economía a contramano. ¿Por qué economía a contramano? Porque es a contramano de lo que se viene haciendo en el mundo desde el Consenso de Washington hasta ahora, modelo que estalló en 2008 y que sigue realmente implosionando en todas partes. Hasta ahora he leído la introducción y las primeras partes del capítulo, pero es muy interesante, primero porque leyendo ya la introducción me enteré de algo que no sabía y usted tampoco lo sabía Moreno (Guillermo, secretario de Comercio Interior, sentado en primera fila). En el año ’58 se funda la carrera de Licenciatura en Economía Política y el 24 de marzo de 1976 se le suprime la palabra “política”. ¿Por qué? Porque había que divorciar la economía de la política, como si la economía fuera una ciencia exacta y no lo que es: es una ciencia de interpretación social”, indicó la Presidenta. Moreno, a los gritos, le dijo que ya lo sabía, y la Presidenta le concedió: “Correcto”. “(Zaiat) menciona precisamente que no hay modelos económicos, que es lo que siempre vengo diciendo, me sentí muy escuchada”, agregó.

La mandataria ofreció todo el discurso de ayer con el libro de Zaiat en su atril y lo mostró en un par de oportunidades. Mencionó el tratamiento que el libro da al fenómeno de Brasil, que ha sufrido default y situaciones de hiperinflación y sin embargo tiene seis dólares por habitante, cuando en la Argentina hay entre 1300 y 2 mil. “(El libro) explica muy claramente cuáles son los problemas, los tabúes y las cosas que nos inculcan y cómo el Consenso de Washington divorció la economía de la política como si no tuviera reglas o no respondiera también a un proyecto político. Por eso el libro es muy interesante, y es muy importante porque te abre la cabeza respecto de muchos mitos, de muchas mentiras que se repiten monocordemente y muchas veces llevan a tomar decisiones equivocadas a las sociedades, pero no a los gobiernos”, dijo CFK. “Al menos no a mí gobierno”, completó. La mandataria volvió a criticar a las calificadoras de riesgo, que castigan a la Argentina con peores notas que las que mostraban los bonos soberanos sobre el final de la convertibilidad y que los actuales títulos emitidos por países europeos al borde del abismo. En particular, citó el caso de Standard & Poor’s, condenada por la Justicia australiana a indemnizar a trece ayuntamientos por recomendar la inversión en un derivado financiero del banco ABN Amro que les provocó pérdidas millonarias desde 2008. Standard & Poor’s había otorgado a esos títulos la calificación “AAA”, “lo que significa seguridad absoluta, pero como a seguro lo llevaron preso, perdieron más de 30 millones de dólares”, afirmó CFK.

“Las agencias de calificación diseñaron una formidable artimaña montada para esquilmar a las sociedades, son empleados de los bancos que les dicen cómo tienen que calificar la deuda. Estos son los que nos califican a nosotros como país riesgoso”, indicó, y pidió que los jueces “tengan la valentía y que nadie pueda comprarlos, para condenar a los que usufructúan y especulan a costa del hambre y la miseria de las sociedades”.

Por otro lado, la Presidenta destacó que “seguimos manteniendo el desarrollo del mercado interno”, y “para los que dicen que no se puede importar esto y lo otro, hemos tenido este mes mayor nivel de egresos por importación. Córtenla con esto, está bien que puedan criticar y que no les guste, pero éstos son números duros y aplicados”, señaló, tomando también el dato de mayores salidas de turistas al exterior.

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