El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, participó ayer de una reunión de la Comisión de Trabajo del Senado, donde analizó los cambios en el proyecto de ley que busca regular la actividad de las trabajadoras en casas particulares. “El objetivo es que este sector tenga los mismos derechos que cualquier otro trabajador. Esta no es una política aislada, sino que forma parte de un conjunto de iniciativas que buscan ampliar derechos, como la ley que modificó el Estatuto del peón rural”, manifestó el funcionario.

El Poder Ejecutivo presentó este marco regulatorio en 2010 y fue tratado en Diputados un año después. Sin embargo, la media sanción de la Cámara baja no dejó conformes ni al Ejecutivo ni a la oposición, por eso ahora se está trabajando con un nuevo texto.

El proyecto de ley establece un máximo de ocho horas laborales diarias, también fija las pautas para que las trabajadoras y trabajadores de casas particulares puedan gozar del aguinaldo y vacaciones pagas, al igual que todos los trabajadores formales del país. “Podrán acceder a la misma cantidad de licencias que los otros trabajadores y se eliminará la cláusula que dice que los empleados tienen que tener un año de tareas para contar con vacaciones. A veces da vergüenza enumerar este tipo de situaciones que estamos recuperando”, agregó el ministro de Trabajo.

Según el Centro de Estudios Mujeres y Trabajo (Cemyt), entidad vinculada con la CTA de Hugo Yasky, existen en el país más de un millón de mujeres que se desempeñan como trabajadoras domésticas. De ese total, un 85 por ciento estaría en la informalidad, un nivel que sólo se compara con la situación de los trabajadores rurales. El Cemyt proponía la creación de una libreta de trabajo para un mejor control de la actividad, propuesta que fue incluida en el nuevo texto del proyecto.

“Todas las empleadas/os comprendidos en el régimen de esta ley deberán contar con un documento registral con las características y requisitos que disponga la autoridad de aplicación, medante la utilización de tarjetas de identificación personal u otros sistemas que faciliten la fiscalización y permitan un acceso pleno a los derechos consagrados en esta ley”, puede leerse en el nuevo texto del proyecto.

Los empleadores deberán entregarles a las trabajadoras y trabajadores ropa y elementos de trabajo; alimentación sana, suficiente y que asegure la perfecta nutrición del personal. Además, estarán obligados a contratar a favor del personal un seguro por los riesgos del trabajo.

El proyecto también estipula el pago de horas extras. “El empleador deberá abonar al personal que prestare servicios en horas suplementarias un recargo del cincuenta por ciento calculado sobre el salario habitual si se tratare de días comunes y del ciento por ciento en días sábados después de las trece horas.” Por otro lado, las variaciones salariales serán fijadas por la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares (CNTCP), que estará integrada por representantes titulares y suplentes del Ministerio de Trabajo, Desarrollo Social, Economía, los empleadores y las trabajadoras y trabajadores.