La Corte Suprema dictó ayer un fallo en contra de la Anses en su controversia con el juez de la Cámara de la Seguridad Social Luis Herrero. El organismo previsional viene recusando al magistrado, desde mediados del año pasado, en todas las causas en que le toca intervenir. Además, lo denunció ante el Consejo de la Magistratura por interpretar que actúa con parcialidad y animadversión hacia el ente estatal. Herrero ya había conseguido en julio de 2011 un fallo de la misma Cámara de la Seguridad Social, donde se desempeña, rechazando la pretensión de la Anses de recusarlo sin causa en todos los expedientes. Ayer la Corte confirmó esa sentencia. Sostuvo que había un “abuso” de ese recurso judicial por parte del organismo, que eso afectaba el funcionamiento de la Sala II donde ejerce el magistrado –junto a otros dos jueces– y que esa situación terminaba perjudicando a los jubilados que litigan allí por la extensa demora en la resolución de las demandas.

La decisión de la Corte Suprema lleva la firma de seis de sus ministros: Ricardo Lorenzetti –presidente–, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Carlos Fayt y Carmen Argibay. En cambio, Raúl Zaffaroni avaló la posición de la Anses. Se basó en un dictamen previo del entonces procurador general de la Nación, Luis González Warcalde.

La Anses empezó a ejercer el derecho de la recusación sin causa contra Herrero a mediados de 2011, en respuesta a declaraciones públicas del magistrado muy críticas hacia la conducción del organismo y, sobre todo, por sus fallos contrarios al Estado. Herrero fue uno de los principales promotores del dictado de medidas cautelares en favor de los jubilados que reclaman un reajuste de haberes en línea con el fallo Badaro de la Corte Suprema. Resolvió que la Anses debe aplicar el recálculo de las jubilaciones en un plazo de 30 días, bajo apercibimiento de multas personales a su director, Diego Bossio. La Sala II también dictó otros fallos resonantes, como el que declaró inconstitucional la fijación de un tope salarial para el cálculo del haber inicial, o el que otorgó una pensión por viudez a una mujer cuyo esposo no había completado los años de aportes para jubilarse.

Para la Anses, Herrero es “parcial” y actúa con “animadversión”. Por lo tanto, lo recusa en todos los casos en que debe intervenir. De acuerdo con los procedimientos judiciales, frente a una recusación sin causa el juez afectado debe apartarse del caso. Sin embargo, primero para la Cámara de la Seguridad Social y ayer para la Corte Suprema, la Anses abusó de esa atribución legal. “La pretensión de la demandada de efectuar un ejercicio masivo del instituto de la recusación sin expresión de causa desnaturaliza los propósitos y fines para los que fue concebido y ocasiona múltiples perjuicios a los justiciables. Se configura así un abuso del proceso que los jueces no deben tolerar”, alertó la Corte.

“No puede desconocerse que recusar al doctor Herrero en la totalidad de las causas traería aparejado el vaciamiento de la jurisdicción del magistrado, para cuyo ejercicio fue regularmente designado y que debe desempeñar en tanto dure su buena conducta”, sostiene el máximo tribunal, que reconoce que lo usual en estos casos habría sido desestimar la apelación de la Anses al dictamen de la Cámara de Seguridad Social que avaló a Herrero, pero que prefiere expedirse para sentar jurisprudencia sobre el uso de la recusación sin causa. “Es indudable que el uso de la recusación, tal como lo plantea el organismo previsional, crea un problema institucional que no cabe minimizar, pues el fuero se encuentra abrumado por la litigiosidad y el efecto nocivo derivado de estos planteos afecta el apropiado funcionamiento del sistema de justicia”, indicó la Corte.

En diálogo con Página/12, Herrero consideró que el fallo es “aleccionador” y “republicano”. La Anses no hizo declaraciones formales, pero fuentes del organismo indicaron a este diario que la respuesta de la Corte parece una defensa corporativa del Poder Judicial. Herrero todavía tiene abierta una denuncia de la Anses en el Consejo de la Magistratura, mientras que logró el sobreseimiento del juez Norberto Oyarbide en otro expediente por denuncias anónimas sobre su desempeño como camarista.