ECONOMíA › ACERCAMIENTO ENTRE EL GOBIERNO Y PETROLERAS
› Por Raúl Dellatorre
Gobierno y sector empresario le pusieron palabras al debate sobre una política energética para Argentina, Fue durante la celebración del Día del Petróleo, que conmemora el descubrimiento de hidrocarburos en Argentina hace 105 años. Por el sector privado, el presidente de la entidad anfitriona, el Instituto del Petróleo y el Gas (IAPG), reclamó rentabilidad y menor conflictividad sindical para fomentar las inversiones que posibiliten recuperar el autoabastecimiento. Desde el lado oficial, Axel Kicillof, viceministro de Economía y responsable principal de la Comisión de Planificación Energética, replicó que con un modelo de energía doméstica a precios internacionales el sector deja de ser un potencial para el crecimiento del país. “Sin crecimiento de la demanda, podremos tener altas rentabilidades pero un país para muy pocos”, subrayó. El funcionario coincidió en que “es esencial que el sector privado obtenga buenas rentabilidades para seguir invirtiendo”, pero destacó que la gestión de Miguel Galuccio al frente de YPF “está demostrando que es posible el crecimiento de una empresa sin olvidarse de los intereses del país”. El Gobierno volvió ayer a participar de esta celebración de los petroleros privados después de seis años de ausencia. Kicillof cerró su discurso con fuerte aprobación a través del aplauso de los 300 empresarios presentes y recibiendo elogios de los principales referentes. Una prueba superada en la construcción de esta nueva política petrolera.
La presencia de Kicillof no estaba en la agenda de la convocatoria de ayer en el Sheraton Hotel. Pero era evidente el mejor clima en la relación entre Gobierno y empresas respecto de años anteriores. Los planes de inversión de la renovada petrolera estatal, y la oportunidad de participación para el capital privado, además del aumento del gas en boca de pozo para la producción incremental obraron el milagro. De cualquier modo, el discurso del titular del IAPG, Ernesto López Anadón, eludió toda consideración al cambio de estatus de YPF y volvió a centrarse en las demandas del sector para que mejore la rentabilidad empresaria. De ese modo, sostuvo, con las perspectivas que se abren por el gas y petróleo no convencionales –“con una inversión necesaria de unos 70 mil millones de dólares en los próximos diez años, estimó–, Argentina puede plantearse “la meta de convertirnos en líderes de la integración energética regional”.
López Anadón –cuyo discurso suele estar consensuado previamente con las principales petroleras que sostienen el IAPG– no eludió temas polémicos, como el cuidado del medio ambiente, la conflictividad sindical en el sector o la falta de inversiones en refinerías. Del primero, señaló que “la industria desarrolla prácticas operativas que mejoran el cuidado del medio ambiente todos los días, pero es preciso que las autoridades estén atentas a que, a veces, detrás de ciertas denuncias se esconden maniobras especulativas para obtener sumas de dinero”.
Kicillof también se refirió a temas conflictivos ligados al sector y a su gestión en particular. Arrancó su disertación señalando que su intención era “disipar cierta campaña orquestada contra la política del gobierno en el sector”, por parte de lo que calificó como “ruido blanco” de los medios de comunicación dominantes. Recordó lo mucho que se criticó la creación de la Comisión de Planificación Energética que él encabeza, pero subrayó que las dos medidas tomadas hasta ahora, referidas al GNC y al precio del gas en boca de pozo, resolvieron cuestiones reclamadas por el sector.
El viceministro también hizo referencia a “las peleas que inventan” en su relación con otros funcionarios, particularmente con Miguel Galuccio. “Los cuadros técnicos de YPF trabajan con total comodidad con los funcionarios del Ejecutivo; reconocemos que YPF es una empresa mixta, no estatal, pero trabajamos todos juntos para que la empresa logre sus objetivos, y así haga que le vaya bien al país. Les pido a todos que salgan de ese ruido de los medios de que hoy nos peleamos, mañana nos amigamos, pasado volvemos a pelearnos, que uno pelea con otro para ver quién tiene más peso. Somos un equipo y así estamos trabajando.” Fue el único párrafo durante el cual se rompió el silencio y los murmullos se hicieron oír en el amplio salón en el que tuvo lugar el almuerzo empresario.
Sin embargo, no fue ése el eje de su discurso. Kicillof hizo un prolijo repaso de la política económica del Gobierno en general, luego de la política energética dentro de un modelo de crecimiento con inclusión social, y derivó en la cuestión de los precios de la energía. “¿Qué modelo de precios queremos? Si vamos hacia los precios internacionales, como algunos países vecinos, el sector pierde potencial para el crecimiento de la economía. La buena noticia es que falte energía por este proceso de crecimiento al 8 por ciento durante nueve años. Si vamos a un modelo de energía cara, sin crecimiento de demanda, tendremos altas rentabilidades en el sector pero un país para muy pocos”, advirtió.
“Nuestro objetivo es alcanzar los mismos objetivos que planteaba López Anadón, y es condición esencial hacerlo con el sector privado, lograr que obtenga buenas rentabilidades para seguir invirtiendo. En pocos meses, Miguel Galuccio en YPF demostró que es posible el crecimiento de la empresa sin olvidar su compromiso con el país”, destacó. Terminó muy aplaudido, y con agradecimientos de las autoridades por la vuelta del Gobierno a este evento. Signos de una nueva etapa.
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