Después del incendio en la refinería de La Plata, YPF puso en marcha un plan de emergencia para asegurar el normal abastecimiento de combustibles en las estaciones de servicio. Desde la compañía estiman que se podrán rehabilitar los procesos habituales de producción en un plazo de siete días. La tarea no es menor, por la gran dimensión de la planta, que resultó afectada el martes por un incendio provocado como consecuencia del temporal.

Los ingenieros de YPF pudieron constatar que el siniestro se produjo por una acumulación extraordinaria de agua de lluvia. Lo que ocurrió fue que este exceso de agua provocó que “el hidrocarburo sobrenadante llegase a la altura del horno, tomando contacto con puntos de altas temperaturas que iniciaron las llamas”, afirmaron. Las llamas lograron ser controladas ocho horas después de iniciado el episodio. Desde la compañía destacaron que, como parte de su plan de inversiones, se había iniciado la construcción de un nuevo horno que duplica la capacidad de la unidad que resultó dañada en el incendio.

Mientras termina de drenar la considerable cantidad de agua acumulada, que en algunos sectores alcanza aún los 70 centímetros, la petrolera confirmó que “el plan de contingencia adoptado permitió evitar víctimas fatales y heridos, controlar emisiones contaminantes y apagar el siniestro en poco más de ocho horas”.

La compañía informó que “tomará cerca de 36 horas más evacuar el exceso de nivel de agua y, al menos, los próximos siete días para rehabilitar los procesos de la planta industrial más grande de la Argentina”. Para ello, YPF puso en marcha “un plan de emergencia para asegurar el normal abastecimiento de las estaciones de servicio”, señaló la petrolera. Los estudios preliminares encarados por el personal de la planta permitieron establecer que “es alto el nivel de daño sufrido en la unidad de Coke A, cuya evaluación definitiva se podrá realizar una vez que los especialistas puedan encarar los estudios pertinentes”.