Mientras continúan las negociaciones entre varios actores del sector privado por la puesta en marcha de la Súper Card, la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno, aprobó aumentos de precios a empresas que no abastecen al consumo masivo. Con este tipo de subas que no involucran a los productos de mayor consumo, los supermercados estarían en condiciones de mantener el acuerdo de congelamiento de precios hasta fines de mayo sin que su rentabilidad se vea afectada, aseguran esas firmas. En tanto, Moreno no da el visto bueno desde el 1º de febrero para que las principales empresas de consumo masivo aumenten los precios. Desde el sector niegan que exista un acuerdo explícito para congelar los valores de venta, y advierten que algunas industrias, ante el congelamiento que rige para los supermercados, actualizan listas de precios para los comercios más pequeños.

Moreno autorizó aumentos en productos de ferretería, equipos de generación eléctrica de marca Honda y neumáticos de autos. “Son productos relativamente marginales. No implican, en este contexto de congelamiento de precios, un problema”, señalaron desde los supermercados. Está pendiente un aumento a Papelera del Plata para mediados de mes y en mayo para Coca-Cola. En ningún caso deberían llegar a las góndolas, donde el acuerdo de precios tiene vigencia hasta el 1º de junio. Allí sólo se observan cambios de precios en las frutas y verduras de estación.

La estrategia del gobierno es que los supermercados mantengan los precios, a pesar de la autorización de aumentos para aquellas industrias proveedoras que así lo requieran, a partir de la mejora en los costos por la baja de 3 a 0,75 por ciento en las comisiones que cobra el sector financiero por el uso de las tarjetas de crédito. Sin embargo, desde el sector privado advierten que todavía faltan aclarar muchos aspectos para que comience a operar la Súper Card. Los supermercados prefieren no hablar sobre el tema hasta que haya novedades.

Varias fuentes del sector de la industria de alimentos aseguran que las principales empresas no llegaron a un acuerdo explícito de precios con Moreno. Ayer incluso hubo reunión del directorio de Copal, entidad que agrupa a esas empresas, y no hubo comentarios al respecto. Para los supermercadistas, un convenio de precios con la industria sería el escenario ideal, de esa manera se ahorrarían el problema de tener que soportar aumentos de costos. De todos modos, la industria está supeditada a la política de autorización de precios que ejecuta Moreno. Varias de esas empresas son oligopólicas y actúan en mercados protegidos, factor que el gobierno tiene en cuenta a la hora de aprobar los aumentos pedidos. Un componente importante del costo para el sector de la comercialización es el laboral. El acuerdo paritario con el sindicato de comercio, que impacta en la ecuación de los supermercados, vence el próximo 30 de abril. Las empresas dicen que representa cerca del 50 por ciento del costo.