Los contribuyentes que viajaron al exterior y retiraron moneda extranjera por cajeros automáticos entre septiembre y noviembre últimos mediante tarjetas de crédito deberán rendir cuentas ante el Banco Central. La autoridad monetaria envió a estos usuarios cartas para que en diez días hábiles desde la recepción de la misiva informen acerca del uso que dieron a las divisas extraídas en concepto de adelanto en efectivo. Tendrán que informar si se utilizó para consumo que no hubiesen podido pagar con otros medios o para la posterior cancelación del resumen de la tarjeta, que puede hacerse en pesos. La medida responde a un fuerte crecimiento en la periodicidad y montos extraídos por esta vía de carácter excepcional, lo que denota que se estaría utilizando para atesoramiento, destino prohibido desde junio del año pasado. La semana próxima serán notificados los bancos, que deberán explicar la situación de algunos de sus clientes y qué condiciones aplican para estos adelantos.

El Central busca así cerrar otro canal de elusión cambiaria, en momentos en que la fiebre por el dólar llevó a un nuevo cimbronazo del blue, que ayer llegó a los 9,33 pesos en cuevas del microcentro. La suba amplió la brecha a un 80,7 por ciento respecto de la cotización oficial, la cual se mantuvo en 5,18 pesos. Con un volumen de operaciones que no llega a los 10 millones diarios, el precio en el paralelo avanzó 26 centavos y acumula en casi tres semanas una suba de un peso. Por su parte, el costo para las operaciones de contado con liquidación, que implica la fuga de capitales mediante compra de un bono o acción para su venta en el exterior, se ubicó en 9,14 pesos. El mayor precio del blue por sobre el contado con liquidación –pese a que se trata de una operación más sencilla– denota la falta de oferta, la cual responde a los controles que los entes reguladores ajustan por estos días.

Distintos allanamientos tuvieron lugar en los últimos días para lograr desbaratar maniobras de elusión, como en agencias de turismo, sociedades de Bolsa y algunas cuevas financieras. La lupa del Central se acercó ahora a las extracciones que realizaron quienes viajaron al exterior y realizaron extracciones en cajeros automáticos con tarjeta de crédito más de lo habitual, para establecer si incumplieron con el Régimen Penal Cambiario. La autoridad que conduce Mercedes Marcó del Pont envió cartas, solicitando información de los resúmenes de cuenta de la tarjeta correspondientes a septiembre, octubre y noviembre últimos, copia de los comprobantes que acrediten la forma de cancelación de los consumos y declaración jurada de cantidad y destino de los fondos en moneda extranjera extraídos. De esta manera, los usuarios deberán demostrar que se utilizó para consumo o servicios que no pudiesen ser abordados de otra manera. Caso contrario tendrán de demostrar el reingreso de esos dólares al país, para lo cual el BCRA solicita “comprobantes demostrativos del reingreso en el mercado local de cambios (boletos de compra de cambio), del excedente de los fondos extraídos, una vez atendidos los gastos de turismo”.

En los próximos días comenzarán a llegar cartas a los bancos con el objetivo de cruzar información. En caso de que el usuario no responda a la notificación dentro del plazo establecido, se procederá a la suspensión para operar en el mercado de cambios, independientemente de otro tipo de posibles sanciones penales. El organismo podría repetir la solicitud más adelante para los meses siguientes. La medida refuerza los controles que desarrollan distintas dependencias del Estado para evitar un drenaje de divisas, que fue la razón por la cual empezaron las restricciones a la compra de moneda extranjera en octubre de 2011.