“A la gallina de los huevos de oro hay que cuidarla todos los días, trabajando y haciendo lo que cada uno tiene que hacer en su lugar de trabajo (...). Cuidemos eso, argentinos, porque siempre va a haber alguien al acecho. Yo no soy eterna ni lo quiero ser, y siempre puede alguien decir: ‘Esto anda mal, que vuelva nuevamente a las manos privadas’.” Con esa frase, Cristina Fernández de Kirchner interpeló ayer a los trabajadores de la petrolera YPF para que se comprometan con la nueva gestión estatal. Fue durante un acto realizado en Las Heras, donde la Presidenta anunció un conjunto de obras que tendrán a YPF como protagonista en esa localidad santacruceña.

El pedido llegó en medio de una huelga de los petroleros de la provincia, quienes por la noche levantaron de la medida (ver aparte). Cristina Fernández de Kirchner no hizo referencia explícita a ese conflicto. Lo suyo fue una interpelación más genérica que incluso en algún pasaje de su discurso se transformó en una reivindicación de la necesidad de gestionar con eficiencia, tanto en el sector público como en el privado. “No hay un sector privado que es mejor que el público, ni un público que es mejor que el privado. Hay buenos y malos gestionadores en todos lados. Demos el ejemplo entonces”, aseguró la Presidenta, quien estuvo acompañada por el titular de YPF, Miguel Galuccio; el viceministro de Economía, Axel Kicillof; y el gobernador de Chubut, Martín Buzzi.

Al hacer referencia específicamente a YPF, aseguró que la primera vez que visitó la localidad de Las Heras, YPF era una empresa del Estado y la última vez que había estado ya era una firma privatizada, desnacionalizada y que no cumplía con sus objetivos. “Tuvimos que tomar decisiones que no hubiéramos querido tomar, sinceramente, como no lo hubiéramos querido tomar con Aerolíneas Argentinas, pero lo tuvimos que hacer porque cuando uno tiene responsabilidades, tiene que tomar decisiones que, aunque no parezcan simpáticas para algunos sectores de la sociedad o del establishment internacional, hay que tomarlas igual”, sostuvo al justificar la estatización de la compañía.

La Presidenta aseguró que ahora YPF es un instrumento para el desarrollo y crecimiento económico del país. De hecho, los anuncios que formuló en Las Heras fueron en esa dirección. Se comunicó la construcción de la terminal de ómnibus de esa localidad, inversión para equipamiento del hospital local, la puesta en marcha del programa “Pintemos Las Heras” y la instalación de wi-fi gratuito para la ciudad.

La construcción de la terminal será licitada y ejecutada por la municipalidad en un plazo de 12 meses, pero la prefinanciación correrá por cuenta de YPF, a cuenta y cargo del Fondo de Infraestructura Social, al que la compañía aporta recursos. Cristina Fernández remarcó además que YPF también tendrá la responsabilidad de controlar el avance de la obra. “Nadie va a robar nada porque vamos a controlar todo, quedate tranquila, que todos somos buenos, pero cuando nos vigilan somos mucho mejor. No es mío eso, es de Perón”, remarcó.

Luego YPF y la provincia de Santa Cruz suscribieron el convenio para brindar al hospital local el contrato para la prestación de distintos servicios médicos a empleados de la compañía, personal contratado y a toda la comunidad en general. La inversión prevista incluye una ambulancia y equipo de radiología digital, entre otro equipamiento. YPF anunció, además, un plan de instalación y activación de Internet wifi gratuito en espacios públicos de Las Heras.

Sobre el final, la Presidenta aseguró que para llevar adelante este conjunto de obras hay que saber administrar, pero también tener coraje para enfrentar a los que desde afuera y desde adentro “nos quieren hacer fracasar”. “O como decía alguien el otro día, que la economía no mejore, así ven si les va un poco mejor en las elecciones. Saben que me pareció algo tan mezquino... jamás se me ocurrió que para llegar a algún lado tenga que fracasar el otro. Eso, ¿saben de qué es? De vagos y de mediocres”, concluyó en una clara referencia al senador de la UCR, Ernesto Sanz, quien la semana pasada declaró que temía un mal resultado en las elecciones si la economía mejoraba.