ECONOMíA › AMPLIO APOYO DE LA CáMARA DE LA CONSTRUCCIóN Y LAS INMOBILIARIAS A LOS ANUNCIOS PARA EL SECTOR
Constructores, desarrolladores e inmobiliarias celebraron la creación de un certificado dolarizado para reactivar el mercado. Estiman que habrá una rápida recuperación de las ventas de usados y generación de nuevos proyectos en el rubro.
La medida de blanqueo del Gobierno empieza a generar cada vez más entusiasmo en el sector de la construcción. Las empresas inmobiliarias, desarrolladoras y constructoras coinciden en que es una respuesta “inteligente” para solucionar los altibajos que experimenta la rama en los últimos meses. Cada uno de esos rubros tiene problemáticas particulares, aunque la propuesta, afirman los referentes, tiene la virtud de beneficiar al conjunto de los bloques a partir de inyectar más liquidez en el mercado. El elemento relevante es que aporta una nueva fuente de demanda, permitiendo aceitar las operaciones de compra-venta de propiedades. Eso incentiva el desarrollo de los planes de inversión particulares.
“Nos estamos haciendo eco de muchos planteos del sector sobre la necesidad de generar nuevos instrumentos que permitan recobrar el dinamismo de la construcción y que complementen la política del Pro.Cre.Ar”, explicó Mercedes Marcó del Pont, titular del Banco Central. Fue en el lanzamiento del Cedin. Se tata de la herramienta financiera que podrán adquirir aquellos que tengan dólares no declarados y busquen ingresarlos al circuito formal para realizar inversiones, tanto de compraventa de inmuebles como de refacción o planificación de nuevas propiedades.
En cada uno de sus segmentos, los empresarios del ladrillo recibieron la decisión del Gobierno con optimismo. Interpretan que el sector va a recibir una fuerte inyección de dinero, permitiendo la reactivación del empleo y generando encadenamientos sobre otras industrias. Además, señalan que es una medida que apunta en el mismo sentido de lo que se comienza a hacer en otros países como Chile, Estados Unidos, Italia y España. Para esos distintos referentes, la alternativa brinda soluciones prácticas desde el punto de vista económico, más allá de los juicios de valor sobre si es justo o no para los que apostaron a pesificar ahorros o no evadieron.
“Es un instrumento fantástico porque va a movilizar el mercado de manera rápida”, indicó a Página/12 Alberto Prieto, empresario desarrollador. Agregó que la “idea es brillante” para descomprimir las trabas. El problema de los desarrolladores se concentra en dos frentes. El primero es que las obras que se iniciaron antes de los controles cambiarios no se frenaron, debido a que ya estaba comprada la tierra o los materiales, pero el dinamismo de los nuevos proyectos, pese a la rápida pesificación, ya no es el mismo. Eso lo explica que ahora es más difícil encontrar inversores para iniciar las obras de pozo. El segundo inconveniente (más de largo plazo) es que si la demanda esperada de inmuebles es baja, las inversiones en desarrollos también desaceleran. Frente a estas dificultades, el Cedin ofrece una alternativa. Incorpora a nuevos inversionistas (que utilizarán el instrumento para pagar a las firmas desarrolladoras), mientras que las operaciones inmuebles aumentarían para garantizar el flujo de consumo en el tiempo. El costo de la medida es abandonar o por lo menos postergar la pesificación del mercado.
“El blanqueo de capitales inyecta los dólares del colchón a la economía real, para convertirse en nuevas edificaciones”, señaló a este diario Gustavo Weiss, titular de la Cámara Argentina de la Construcción. El empresario precisó que por ahora es difícil conocer en qué proporción el Cedin va a generar nuevas obras y cuánto va a ir a parar a operaciones inmobiliarias. Pero aseguró que la expectativa es elevada. Durante 2012, la construcción registró una caída, aunque en los últimos meses comienza a recuperarse gracias al impulso del sector público. Como resultado, para este año las estimaciones de crecimiento son de alrededor del 5 por ciento. “En la medida en que el Cedin estimule los proyectos de los particulares, la expansión puede sumar algún puntito”, adelantó Weiss.
Algunas fuentes del sector consideran que las constructoras resultarán entre las más beneficiadas por el blanqueo. El punto central es que son uno de los sectores que disponen de una amplia masa de capital para incorporar a la economía a partir de este mecanismo y convertirse en los administradores del mercado del Cedin. Claro que el sector de las inmobiliarias es otro de los que recibe el anuncio con mayor satisfacción. “La compra-venta de inmuebles registró un fuerte parate a partir de los controles cambiarios, pero el instrumento que resulte del blanqueo va a permitir volver a aceitar las operaciones”, aseguró a Página/12 Roberto Arévalo, de la Cámara Inmobiliaria.
Informe: Federico Kucher.
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