Según un relevamiento realizado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), la venta de propiedades nuevas y usadas aumentó considerablemente si se comparan los primeros días de junio con los del mismo mes del deprimido año 2002. La razón de esta recuperación podría ser la caída del valor del dólar, que desalienta a conservar la divisa como bien de ahorro.
El análisis de la UADE está dividido en dos zonas del país, geográfica y económicamente diferentes. Según el estudio, el 63 por ciento de las inmobiliarias consultadas en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires admitió que vende más propiedades nuevas; el 74 por ciento juzgó que vendió más usadas y el 57 por ciento que aumentó la venta de casas sin estrenar.
En el interior, el panorama es algo menos alentador, aunque los comercios dedicados a la venta de propiedades también declararon un aumento de sus ventas. El 44 por ciento de los consultados evaluaron que aumentó la venta de departamentos nuevos, la misma proporción consideró que venden más que el año pasado y un porcentaje idéntico dijo que también aumentaron las operaciones inmobiliarias con casas nuevas.
El punto de partida para realizar la comparación –junio del 2002– fue un momento de mucha incertidumbre económica, en el que la actividad estaba prácticamente paralizada. Ahora, además de un horizonte político más claro, hay por lo menos dos factores que animan la compra de propiedades: el dólar en baja y la incipiente aparición de crédito.
Hace un año, el precio de la divisa había tocado el techo de 4 pesos y prometía seguir subiendo, mientras que ahora sólo se mantiene en los 2,80 por el esfuerzo del Banco Central en sostenerlo. En consecuencia, el precio de las propiedades sigue siendo muy bajo en dólares respecto de los vigentes durante la Convertibilidad.