El titular de YPF, Miguel Galuccio, aseguró ayer que la compañía está muy cerca de cerrar el acuerdo final con Chevron, pese al embargo que pesa sobre los activos de la multinacional estadounidense en la Argentina. “Estamos trabajando en una estructura de adquisición diferente”, confirmó el ejecutivo en declaraciones al diario Financial Times. Si bien no dio detalles sobre la forma que tendrá la asociación, confirmó que Chevron invertiría en la formación Vaca Muerta entre 1000 y 1500 millones de dólares, de los cuales desembolsaría 600 millones este año. Ali Moshiri, presidente para América latina y Africa de Chevron, llegará esta semana al país y antes del viernes mantendrá una reunión con Galuccio para evaluar los avances en la negociación.

YPF y Chevron firmaron un acuerdo el 19 de diciembre del año pasado, donde se preveía una inversión de 1000 millones de dólares este año y 15.000 millones de dólares en cinco años. En el documento se estableció un plazo de cuatro meses para precisar los detalles que le darían forma al texto final, pero el embargo que enfrenta Chevron demoró los tiempos e incluso hizo peligrar el desembarco de los estadounidenses. En la compañía ahora esperan poder acordar antes de julio. Por ese motivo, afirman en YPF, este año se invertirían 600 millones en el cluster de Vaca Muerta y no 1000 millones, como estaba previsto. No obstante, las fuentes consultadas destacaron que si se contabilizan los 12 meses del acuerdo, independientemente de cuándo comience, la inversión sería de entre 1000 y 1500 millones, respetando, o incluso ampliando, lo firmado en diciembre para la primera etapa.

Lo que todavía no está definido es el tipo de sociedad que conformarán para que la inversión de Chevron no se vea afectada por el embargo. Ese es el punto sobre el que están trabajando y las partes aún no dieron detalles. Tampoco se conoce qué aportará exactamente cada uno en la sociedad, más allá de que ya está claro que YPF pondrá el área de Vaca Muerta a cambio de recursos.

Lo único que han hecho las partes hasta el momento es ratificar la intención de invertir en conjunto. De hecho, en la nota del Financial Times no sólo opinó Galuccio sino también Ali Moshiri, de Chevron. “La compañía está firmemente comprometida a ayudar a Argentina a lograr su objetivo de volver a la autosuficiencia energética y ayudar a que se convierta en un exportador nuevo a través de Vaca Muerta”, aseguró. Además, el ejecutivo confirmó que existe un “buen progreso” en las negociaciones. En cuanto al embargo de la subsidiaria argentina de Chevron por un caso de contaminación en Ecuador, Moshiri sostuvo que los abogados demandantes “no tienen derecho legal de embargo de activos de subsidiarias en Argentina y no se debe permitir que interrumpan la búsqueda de los importantes recursos energéticos de Argentina”.

Más allá de las palabras de Moshiri, lo cierto es que los abogados demandantes lograron embargar los bienes de Chevron en Argentina y lo más probable es que ahora haya que esperar a que resuelva la Corte Suprema. Por lo tanto, las partes trabajan con la hipótesis de que el embargo podría seguir firme incluso un par de años.

La expectativa de YPF es llegar a un acuerdo con Chevron (por eso los equipos técnicos continúan negociando y esta semana habrá una nueva reunión de directivos), pero igual Galuccio dejó en claro ayer que la empresa ya puso en marcha el cluster en Vaca Muerta y está invirtiendo con recursos propios. “Ya estamos perforando en modo de factoría. En enero de 2012 teníamos cuatro equipos activos, en mayo tenemos 14 equipos trabajando y esperamos llegar a 19 antes de fin de año”, destacó. El directivo dijo además que “hemos pasado de producir en no convencional 4000 barriles diarios a comienzos de este año, a más de 7000 en el presente mes de mayo”.

Lo que aportaría un inversor externo es la posibilidad de incrementar los fondos para mejorar más rápido los niveles de producción. Sin embargo, el plan que Galuccio presentó el año pasado contemplaba también un escenario negativo en el cual los fondos provenientes de asociaciones con otras empresas eran mínimos y aún así se proyectó un incremento de la producción. De hecho, al detallar de dónde obtendría los 37.200 millones de dólares de inversión, afirmó que 32.600 desembolsaría la propia compañía (80 por ciento del cash flow operativo y 20 por ciento con crédito).