Con un dólar estable en el circuito oficial a 5,23 pesos para la venta, las pocas operaciones que se cursaron en el paralelo se realizaron con un recorte de hasta 80 centavos, según la cueva. La reactivación de algunas operaciones en el informal se concretaron a un promedio de entre 9,20 y 9,30 pesos, con lo que la brecha respecto del oficial se redujo al 75 por ciento, luego de que esa diferencia llegase al ciento por ciento una semana atrás. El monto de operaciones en este segmento fue ínfimo, focalizado en clientes asiduos para evitar toparse con algún inspector de la AFIP o el Banco Central. En tanto, la tasa interbancaria escaló al 20,5 por ciento.

El aumento en la liquidación por parte de los exportadores, que ingresan a un ritmo de 150 millones de dólares diarios, es aprovechado por el Central, que combina una estrategia de compras y ventas en el mayorista con oferta de cobertura de dólar a futuro para estabilizar la cotización. El saldo de intervención del Central fue de 20 millones, mientras que el stock de reservas finalizó en 39.104 millones, con una caída de 50 millones respecto del día anterior por una baja del 0,8 por ciento en la cotización del oro.

Las operaciones en el informal se encontraban congeladas desde el viernes pasado a un precio de 10,03 pesos, último promedio de referencia y previo recorte de 50 centavos. La falta de actividad desde entonces dejó sin referencia a los especuladores, ya que las puntuales transacciones que se realizaron no se informaron por temor a los controles oficiales en la city. Desde algunas cuevas señalan que se aguarda por el tratamiento del proyecto de exteriorización de capitales, lo que podría abrirles un nuevo negocio de la mano de aquellos que tengan pesos no declarados y pretendan blanquearlos, previa dolarización de esas tenencias.

Las cuevas retomaron sus operaciones ayer, aunque los montos se mantuvieron escasos, y el menú de precios fue desde 9,20 hasta 9,40 para montos pequeños. La antojadiza de los precios que le ponen al blue se reflejó en la baja disparidad que amplía respecto del corto para las operaciones de contado con liquidación. Esta operación consiste en la compra de un bono o acción en pesos en el país para su posterior venta en el exterior en dólares. Por la ingeniería de la operación, la incertidumbre del proceso, las comisiones por la compra y la venta y los volúmenes que opera suele ser el canal más caro para fugar divisas. Este costo se ubicó en 8,62 pesos.

La oferta de contratos de cobertura del Central a los bancos mantuvo el precio de los futuros de dólar sin cambios significativos. Para el cierre de este mes se operó una cotización de 5,27 pesos, mientras que para los compromisos a junio y julio se pactaron a 5,35 y 5,45, respectivamente. Por su parte, en el circuito mayorista de dinero las necesidades puntuales de fondos de empresas y bancos explicaron una nueva suba de las tasas de interés. Los préstamos interbancarios de corto plazo –denominado call– para entidades de primera línea subió de 15,7 a 20,5 por ciento anual.