El Gobierno acordó con los supermercados reducir el congelamiento de precios a unos 500 productos de primera necesidad, tal como anticipó Página/12 hace una semana. Según fuentes del sector, las grandes cadenas están cerrando el listado, al que todavía restan incorporar algo menos de cien productos, que le presentarán al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Una vez que esté terminado, Moreno lo analizará y al dar el visto bueno concretará el esquema de salida del congelamiento global del 1º de febrero. En el Gobierno explican que en esta nueva etapa de acuerdo, “los supermercados van a tener que absorber los aumentos de costos que enfrentarán en esos productos”. No podrán trasladar allí aumentos de la industria proveedora ni las subas de sus costos, aunque tendrán mucho más margen en los artículos sin control oficial.

Los mayoristas y supermercados chinos se plegaron ayer al nuevo acuerdo de precios. “Validamos la propuesta sugerida por el secretario de Comercio Interior sobre la lista de los potenciales 500 productos, que darán continuidad a la propuesta de precios congelados que se inició el 1º de febrero de 2013, considerando el criterio de equidad de los proveedores para con los canales de distribución y sus consumidores”, señalaron en un comunicado Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, que agrupa a los comercios de la comunidad asiática; Alberto Guida, de Cadam, mayoristas como Diarco, Maxiconsumo, Vital, Makro, Yaguar y Nini, y Rubén Manusovich, de Fedecámaras. “Apoyaremos este nuevo paso en el camino por defender el bolsillo de nuestros clientes”, agregó a este diario Yolanda Durán.

El propio mecanismo de mercado, a partir de la referencia desde los supermercados, debería “pisar” el precio de los productos bajo el nuevo acuerdo en las góndolas de los comercios más chicos, que siguen explicando la mayor parte del consumo popular.

Como los comercios pequeños se abastecen principalmente de los mayoristas, serán éstos los que negociarán con la industria proveedora para conseguir buenos precios y no tener que absorber plenamente los aumentos, como sí lo harán los supermercados. El acuerdo de los 500 productos fue una propuesta que le llevaron a Moreno las grandes cadenas nucleadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que representa a Coto, La Anónima, Wal Mart, Jumbo y Carrefour, entre otros.

Los 500 productos que entrarán en el “congelamiento acotado” desde el 1º de junio componen la canasta de necesidad básica. Los habrá de primeras y segundas marcas. Estarán dentro de ese primer universo La Serenísima, Sancor, Unilever, Procter & Gamble, Johnson y Johnson, Arcor y Molinos. De manera anticipada, Moreno ya comenzó a autorizar subas de precios. Aprobó aumentos para Algodonera Avellaneda, que maneja la marca Vicentín, artículos de limpieza Maculan, los maquillajes Revlon y golosinas Lheritier. También dio el visto bueno para que Dánica, La Virginia, Colgate Palmolive, Paladini, Coca-Cola y Emeth comiencen a aumentar los precios. El porcentaje de aumentos es alrededor de 4, 7 y 9 por ciento, según la empresa defina al producto en cuestión como “masivo”, “selectivo” o “premium”. Moreno y las firmas trabajan desde hace tiempo con esas categorías, mucho antes del inicio del congelamiento.

Moreno sostiene que los supermercados podrán absorber el aumento en los precios en esos productos, además de sostener el congelamiento desde el 1º de febrero, a partir de sus ganancias en los últimos años y la posibilidad de “sacar diferencia” con los productos de consumo más exclusivo. Además, el mes que viene comenzará la circulación de la Súper Card, que reducirá las comisiones que las tarjetas “tradicionales” cobran de 3 al 0,75 por ciento. En junio se lanzarán al mercado los primeros 100 mil plásticos.