La banca cooperativa reclamó ayer una flexibilización de las regulaciones del Banco Central para permitir su desarrollo y el de la banca pública. En apenas 1068 localidades de todo el país opera al menos un banco. De ese total, el 66 por ciento está representado en exclusividad por entidades financieras cooperativas o estatales. A pesar de ello, “el Central nos pide los mismos requisitos para abrir una sucursal en un pueblito de Jujuy que los que impone para instalarla en Florida y Corrientes”, se quejó Carlos Heller, titular del Credicoop y presidente de Abappra, en un ejemplo de las trabas que existen en un mercado donde sigue pesando el capital extranjero.
Heller fue uno de los oradores del acto en que se celebró el Día Internacional de la Cooperación, realizado anoche en Parque Norte. Allí marcó otra distinción con la banca privada. Sostuvo que “no debe mezclarse el reclamo por las compensaciones con el tema de la falta de crédito”. “Necesitamos las compensaciones (por la sustitución del CER por el CVS y por el pago de amparos en dólares) porque sin eso no podemos funcionar. Pero eso no tiene nada que ver con la liquidez. La liquidez la tenemos y la vamos a utilizar para proveer financiamiento a la economía”, remarcó. En el Ministerio de Economía consideran que algunos bancos, en especial los extranjeros, se resisten a prestar como una forma de presión para que el Congreso apruebe las compensaciones.
En el diseño de un nuevo sistema financiero, que supere ese tipo de situaciones y las inconsistencias expuestas con el estallido de la convertibilidad, Heller reclamó “la sanción de una nueva Ley de Entidades Financieras que termine con la de 1977 y un esquema normativo que permita revertir la concentración y extranjerización del sistema bancario heredado del modelo neoliberal”.
Por otra parte, Heller mencionó que el sector cooperativista aguarda con ansiedad la aprobación de una ley que vuelva a posibilitar el funcionamiento de las Cajas de Crédito. La iniciativa ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y podría ser convertida en ley por el Senado en los próximos días. Las Cajas de Crédito son bancos de una sola sucursal, que operan en un barrio o una localidad y son administrados por sus vecinos. Ellos mismos son quienes integran el capital inicial para que la Caja pueda constituirse.
La ley en cuestión vuelve a otorgarles a las Cajas de Crédito facultades que les suprimieron durante la última dictadura, como la posibilidad de tomar depósitos a la vista y emitir cheques. “Si el pueblo ha hecho crecer notoriamente a la banca pública luego de la última crisis, qué mejor elemento de generación de confianza que crear bancos manejados de manera autogestiva por los vecinos”, subrayó Heller. El presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Floreal Gorini, clausuró el evento. Coincidió con Heller en que el Gobierno “no debe aceptar compromisos externos que posterguen las necesidades sociales que tiene la población”, tanto en la negociación con el FMI como en la reestructuración de la deuda.