La Unión Industrial Argentina (UIA) rechazó en duros términos el aumento del salario mínimo dispuesto por el Gobierno. “La UIA no comparte la decisión de apartarse de la política de diálogo en materia de relaciones laborales, sustituyéndola por las decisiones unilaterales adoptadas por el Gobierno que son inconvenientes e inoportunas y no respetan tanto los principios internacionales como la legislación nacional en la materia”, sostuvo en un comunicado.
Según las cifras difundidas ayer por el Indec, el salario promedio de un obrero industrial fue en junio de 935 pesos, incluidos los 200 pesos de aumento dispuesto por decreto por el Gobierno. Así, la remuneración promedio del sector aumentó 22,1 por ciento en el último año y 3,8 por ciento si se compara el segundo trimestre de 2003 contra el primero.
La misiva de la entidad fabril dice que “más allá de la legitimidad de la posible recomposición de los ingresos de los trabajadores”, la incorporación de los 200 pesos a la remuneraciones básicas es una decisión “precipitada” que afecta “la libertad de negociación” y la “estructura de remuneraciones de los convenios colectivos”.
Al mismo tiempo, la UIA destaca el costo económico del plus salarial, sobre el cual ahora los empresarios deberán tributar cargas sociales.
“No podemos tampoco dejar de mencionar el agravamiento resultante de la nueva asimetría salarial que de esta manera se crea en el Mercosur, pues las decisiones gubernamentales claramente ponen diferencias salariales en dicho ámbito, en perjuicio de nuestra competitividad y consecuentemente de nuestra producción”, asegura la entidad patronal. Finalmente, dispara contra otra de las medidas en materia laboral tomada por la administración Kirchner: la extensión de la doble indemnización por despido hasta diciembre.