El Gobierno evalúa autorizar la importación de crudo liviano. El objetivo es optimizar al máximo la capacidad de refinación de las petroleras para reducir las compras externas de gasoil y nafta. Una fuente oficial aseguró a Página/12 que la medida permitiría morigerar el rojo de la balanza energética, pero todavía está en estudio la forma en que se la implementaría. Además, se está trabajando en una resolución complementaria al programa de estímulo a la producción de gas que le garantiza al sector 7,5 dólares por millón de BTU. La intención es que las petroleras que todavía no adhirieron puedan hacerlo con un esquema que contempla menos exigencias, pero un incentivo de precios que también será menor.

El plan bajo análisis prevé traer crudo liviano de Nigeria, conocido en la jerga del sector como Bonny Light. La medida les permitiría a las firmas Oil (Cristóbal López) y Shell incrementar la producción de sus refinerías de San Lorenzo y Dock Sud, respectivamente, que hoy operan bastante por debajo de su capacidad instalada. Eso es porque demandan un crudo muy liviano, tipo Medanito, cuya producción nacional está en descenso. La medida también beneficiará a YPF, que consume ese mismo petróleo en sus plantas de Plaza Huincul, Luján de Cuyo y La Plata. A diferencia de Oil y Shell, la petrolera controlada por el Estado opera cerca del máximo de la capacidad disponible en sus tres refinerías, pero la importación le permitiría mejorar la mezcla de crudos y procesar una mayor cantidad de naftas y gasoil.

La medida ayudaría a reducir el déficit comercial del sector porque la importación de crudo permitiría reemplazar las compras en el exterior de gasoil y naftas. Además, el costo de la importación de petróleo liviano se podría compensar parcialmente autorizando una mayor exportación de crudo pesado. Por ejemplo, la refinería que YPF tiene en La Plata demanda un mix de crudo Medanito y Escalante. Este último es una variedad pesada que la compañía que dirige Miguel Galuccio extrae del Golfo de San Jorge y si lo reemplaza por Medanito podría exportar más.

La cotización internacional del barril es otro de los elementos a tener en cuenta al momento de decidir. El Bonny Light es uno de los doce tipos de crudo que integran la canasta de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que ayer cerró a 107 dólares el barril. Con ese valor, en la industria dicen que sería necesario reducir el componente impositivo de las naftas obtenidas a partir del crudo importado para hacer rentable la ecuación.

Desde el punto de vista técnico, en el Gobierno sostienen que la medida es conveniente, tomando en cuenta todas las variables mencionadas, pero sería la primera vez en veinte años que se vuelve a importar petróleo y consideran que eso tendría un costo político, aunque la medida sirva para reducir el rojo de la balanza energética.

La otra medida que se está analizando es para incrementar la producción de gas. La resolución 1 que publicó en febrero de este año la Comisión de Planificación de Inversiones Hidrocarburíferas elevó el precio del gas en boca de pozo a 7,5 dólares el millón de BTU para el excedente que produzcan las empresas respecto de 2012, pero la norma establece como penalidad que, si las compañías no cumplen, deben hacerse cargo del costo adicional que demandará la importación del Gas Natural Licuado necesario para cubrir ese faltante. YPF, PAE, Total y Wintershall, principales productoras, aceptaron esa condición y firmaron los contratos, pero las nacionales Pluspetrol y Tecpetrol, la brasileña Petrobras, la estadounidense Apache y la china Sinopec prefirieron quedarse afuera. Por lo tanto, ahora se buscará sumarlas con una norma complementaria a la resolución 1 que fije penalidades menores y un incentivo de precios que también será menor, aunque ambos puntos todavía no están definidos.

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