El ex presidente de Aerolíneas Argentinas durante la gestión del Grupo Marsans Gerardo Díaz Ferrán se sentó ayer en el banquillo de los acusados ante la Justicia española. El empresario enfrenta un pedido de dos años y cuatro meses de prisión por comprar Aerolíneas Argentinas y evadir 99 millones de euros al fisco de España del impuesto a las sociedades. “Estábamos seguros de que no había que pagar nada a Hacienda. En ningún momento pensábamos que había delito; ni lo había entonces, ni lo hay ahora”, se defendió. Es la primera vez que se lo llamó a declarar por esta causa. Sin embargo, Díaz Ferrán está imputado en varios delitos. Entre ellos se destaca la apropiación indebida de 4,4 millones de euros en la quiebra del Grupo Marsans y la simulación de la venta de sus empresas para eludir el pago a sus acreedores. A su vez, existe una causa abierta que lo involucra en la bancarrota de la firma Seguros Mercurio, al tiempo que en un juzgado madrileño se lo consideró culpable por el quebranto de Marsans. Durante la gestión de Díaz Ferrán en Aerolíneas Argentinas, la compañía alcanzó pérdidas por un millón de dólares por día. Como resultado, el Gobierno reestatizó el servicio en 2008.