ECONOMíA
› EL PACTO POR LA COPARTICIPACION SIGUE EN VEREMOS
Nada que ofrendar al FMI
El Gobierno daba por hecho que se firmaría el acuerdo, pero se volvió a postergar. Mientras no se firme no podrán avanzar ni el Presupuesto ni reanudarse las tratativas con el FMI. El principal escollo es la falta de consenso sobre cómo pesificar las deudas provinciales.
› Por David Cufré
“No tengo prevista ninguna reunión con los gobernadores. Me sorprendió que los medios dijeran que estaba programada una reunión. Me extrañó absolutamente”, dijo ayer Eduardo Duhalde, haciéndose el desentendido, cuando ya era evidente que el ansiado acuerdo con las provincias por la coparticipación de impuestos seguiría demorándose. El día anterior, su ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, había anunciado públicamente el encuentro con los gobernadores para suscribir el convenio. El cruce dentro del propio gobierno refleja groseramente las dificultades que tienen los protagonistas de esta historia –incluso dentro del mismo bando– para llevar la negociación a buen puerto. Las discusiones continuarán hoy, luego del intercambio de propuestas y contrapropuestas que hicieron gobernadores y ministros del Ejecutivo nacional durante todo el día de ayer.
Hasta que la Nación y las provincias no definan la nueva distribución de recursos tributarios, el Congreso no aprobará el Presupuesto. Y mientras esos dos temas sigan sin resolverse, Jorge Remes Lenicov no podrá volver a sentarse con los funcionarios del Fondo Monetario Internacional para negociar un paquete de ayuda financiera. La sesión prevista para hoy en Diputados para tratar el Presupuesto se caerá a menos que antes haya fumata blanca entre la Nación y las provincias.
El punto más controvertido que sigue bloqueando la puerta a un acuerdo es la pesificación de las deudas de los distritos del interior. “No podemos permitir que las deudas del sector privado se pesifiquen uno a uno y las nuestras pretendan pesificarlas a 1,40”, bramó el ministro de Economía de Río Negro, José Luis Rodríguez, en diálogo con Página/12. Más allá de esgrimir el argumento de la equidad, por cuanto a los grandes grupos económicos se les licuaron sus deudas con la pesificación uno a uno, mientras que las provincias no recibirían igual trato, los gobernadores señalaron que las condiciones que propone el Gobierno son “incumplibles”. “Con la indexación de las deudas mediante el índice CER, más la pesificación a 1,40, hay muchas provincias que no podrán pagar”, dijeron a este diario desde cerca del gobernador chaqueño, Angel Rozas.
Sin embargo, Remes Lenicov y Gabrielli se plantaron en que la pesificación debe ser a 1,40. Una eventual fórmula de consenso que quedó para analizarse hoy es poner un tope a las retenciones a la coparticipación con que las provincias pagarán sus deudas. La propuesta en estudio es que la Nación afecte como máximo el 20 por ciento del dinero que mensualmente debe remitir a las provincias, fondos que se utilizarían para saldar las deudas que los distritos del interior tienen con los bancos. De ese modo, “habría previsibilidad en los ingresos, y los que se extenderían son los plazos para cancelar los créditos”, explicó el ministro de Río Negro. Tanto los gobernadores como el Gobierno están dispuestos a avanzar por esa vía. El problema en este caso es que los bancos no lo aceptan. Se resisten a que su cobranza quede atada a la recaudación. Cuando la recaudación caiga, recibirán el 20 por ciento de un monto más chico, y así se extenderá el plazo para recuperar el dinero prestado de manera imprevisible.
Otra alternativa que sugirieron algunos gobernadores es disponer de un plazo de gracia para el pago de capital e intereses hasta enero de 2005, y a cambio tolerarían la pesificación a 1,40. Pero otros gobernadores no están de acuerdo y el Ejecutivo sólo propone postergar los pagos de capital hasta aquella fecha, mientras que los intereses deberían comenzar a liquidarse en setiembre próximo.
En los otros tres puntos salientes en las negociaciones hubo algunos acercamientos en las posiciones:
- Impuesto al cheque. Se coparticiparía el 30 por ciento de la recaudación de este gravamen.
- Emisión de bonos provinciales. Felipe Solá y José Manuel de la Sota pusieron el grito en el cielo porque el Gobierno pretendía cancelar la emisión de Patacones, Lecor y demás bonos provinciales. Remes Lenicov flexibilizó su posición y aceptó que sigan proliferando esos medios de pago.
- Ajuste fiscal. En principio, el Gobierno quería que las provincias achicaran el déficit un 80 por ciento este año y llegaran al déficit cero en 2003. Imposible. Las provincias no aceptan comprometerse a esas exigencias y la Nación empieza a negociar provincia por provincia, tarea que continuará hoy, con final incierto.
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