El Banco Central va en busca de la cosecha todavía no liquidada por los exportadores de granos y aceiteras. El directorio del organismo aprobó ayer la creación de una letra atada a la cotización del dólar que licitará entre exportadores para incentivar el ingreso de divisas. El nuevo instrumento financiero se liquida al tipo de cambio de referencia –lo que en la jerga financiera se denomina dollar linked– en un plazo de 180 días. Tal como adelantó Página/12, la letra tendrá además una tasa de interés anual de 3,65 por ciento, en respuesta al pedido que las cerealeras habían hecho a las autoridades del Central. No habrá mercado secundario, aunque la letra será transferible. La cotización del dólar finalizó ayer en 6,29 pesos, con un alza de un centavo, mientras que el stock de reservas se redujo en 53 millones de dólares, para ubicarse en los 30.525 millones.

La actual sangría de reservas, producto de un menor superávit de balanza comercial debido a la importación de energía e insumos industriales, se vio agravada por la especulación de los exportadores. El sector, principal proveedor de divisas, mantiene unos cinco mil millones de dólares sin liquidar de la cosecha anterior a la espera de un tipo de cambio que amplíe aún más sus ganancias. La aceleración en el ritmo de devaluación del peso que inició el Central juega en su favor. Con el objetivo de incentivar la liquidación del sector, el organismo diseñó un instrumento que les brinde cobertura sobre eventuales movimientos en el tipo de cambio.

La cristalización de esa iniciativa del titular del Central, Juan Carlos Fábrega, se dilató por las duras negociaciones con el sector agroexportador. La posibilidad de cubrirse de cambios en la cotización del dólar no les parecía suficiente y solicitaron, escudándose en un pedido de sus casas matrices, una tasa de interés positiva por encima de esa variable de indexación. También habían exigido que la letra sea transferible, con el objetivo de pagar a sus proveedores con el nuevo instrumento. Tras varias semanas de reuniones, se acordaron esos puntos centrales y se aprobó en el directorio del organismo.

Según la comunicación del Central, los exportadores podrán participar de los llamados a suscripción a través de las entidades financieras por cuenta y orden de sus clientes, siempre que reúnan los requisitos previstos para tal fin: estar inscriptos en el Registro Unico de Operadores de la Cadena Agroalimentaria y en el Registro de Exportadores e Importadores. La apertura de las suscripciones se hará todos los días a las 15 y las propuestas se receptarán hasta las 16. El Central advierte que no habrá mercado secundario para la letra. No obstante, el organismo dará liquidez a este nuevo instrumento a partir del día 91 de su suscripción, a través de una recompra anticipada a su valor técnico, tanto de la totalidad o de una parte de las letras que se le ofrezcan antes de su vencimiento.

En el caso de la recompra o liquidación del instrumento, el exportador obtendrá el valor de la letra al momento de su adquisición, más los intereses corridos a la fecha. Se sumará “el coeficiente que resulte de dividir el tipo de cambio de referencia correspondiente al día de la recompra de la letra por el correspondiente al de la fecha de suscripción”, explicaron. Esto permitirá cubrir al exportador de cualquier volatilidad del tipo de cambio y el ingreso rápido de al menos unos dos mil millones de dólares de acopio en silobolsa.

Esta semana, exportadores y aceiteras aceleraron el ingreso de divisas al mercado de cambios, lo que permitió reactivar las compras del Central. Ayer compró 40 millones de dólares, que se suman a los 80 millones acumulados en lo que va de la semana. De todos modos, las reservas se retrajeron por una baja en la cotización de activos en cartera del Central y el pago de compensaciones por operaciones de comercio exterior con Brasil sin el uso del dólar (SML).