El Gobierno promulgó este martes el aumento de impuesto a la compra de bienes de lujo. Automóviles, motos, embarcaciones y aeronaves de alta gama tendrán alícuotas diferenciales. Por caso, un vehículo que tenga un valor de entre 170 mil y 210 mil pesos pagará una tasa impositiva del 30 por ciento, al tiempo que los productos que superen esos montos recibirán una carga tributaria del 50 por ciento. En el caso de motocicletas, el gravamen será del 50 por ciento para las unidades que cuesten por encima de 22 mil pesos. La incitativa oficial no distingue por el origen del producto (nacional o importado), sino que se aplica un impuesto sobre el consumo de un bien “suntuario” (alto precio), con el objetivo de que los sectores de mayores ingresos aporten más impuestos. A su vez, la medida apunta a potenciar el perfil productivo de las compras argentinas en el exterior, desincentivando importaciones de artículos de lujo. Entidades empresarias del bloque automotriz se mostraron en contra, al denunciar que afectará los negocios del sector.