“El objetivo del plan de exportaciones lanzado días atrás es aprovechar la capacidad territorial de la Cancillería para abordar mercados y productos no convencionales en las exportaciones argentinas”, explicó ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof. El funcionario detalló que “el diagnóstico que hizo el Gobierno es que después de 2008 hay ciertos mercados tradicionales de los países desarrollados que registran fuertes problemas. Ante esta situación, vemos mayores oportunidades en los países emergentes, que crecen con rapidez. Se ha hecho un trabajo bastante serio en la detección de potencialidad de negocios”.

El plan prevé elevar las exportaciones a 94 mil millones de dólares este año (10 mil millones más que en 2013) y 101.600 millones en 2015. Para lograrlo, se busca impulsar las colocaciones en 24 países. También se revisará la estrategia de derechos y reintegros a la exportación y se lanzarán planes de financiamiento que alienten la inversión productiva y la capacidad exportable.

“Hay productos que tenemos capacidad exportadora. Se hizo un trabajo técnico tomando como objetivo mejorar la penetración de los productos argentinos en algunos países que crecieron mucho, que tienen economías grandes y cuyas importaciones son voluminosas”, dijo Kicillof.

Advirtió que la suma de exportaciones e importaciones en relación con el Producto Bruto Interno (PBI), que se denomina “coeficiente de apertura”, pasó del 17 por ciento en los ’90 al 35 por ciento en la actualidad. “Hoy Argentina es un país tremendamente integrado al mundo”, planteó. Agregó que “en 2003 había seis países a los cuales les exportábamos más de 1000 millones de dólares. Ahora ese grupo se amplió hasta 22 países. Las exportaciones totales subieron de 30 mil millones en 2003 a 87 mil millones”.