El banco estadounidense JP Morgan Chase acordó pagar 614 millones de dólares al gobierno de los Estados Unidos para levantar las acusaciones por fraude que esa entidad habría practicado con agencias federales, al suscribir créditos hipotecarios de mala calidad. Así lo informó el Departamento de Justicia norteamericano. El acuerdo fue presentado en la Corte del Distrito Sur de Nueva York y finalmente recibió la aprobación por parte del juez que lleva adelante la causa, J. Paul Oetken.

JP Morgan es actualmente el mayor banco de los Estados Unidos medido por valuación de activos. En la presentación que realizó frente al juez Oetken, la firma admitió que durante más de una década aprobó miles de préstamos que no contaban con los requisitos para ser asegurados por la Administración Federal de Viviendas (FHA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA, por sus siglas en inglés).

A raíz de esa maniobra del banco JP Morgan, “tanto la FHA como el VA incurrieron en pérdidas sustanciales cuando los préstamos mal calificados fallaron y llevaron a esas entidades a cubrir las pérdidas asociadas”, informó en un comunicado el Departamento de Justicia. En tanto, la empresa financiera difundió que el acuerdo alcanzado “representa otro paso significativo en los esfuerzos de la empresa por dejar atrás los temas históricos relacionados con las hipotecas”, que aparecieron con el estallido de la burbuja de las hipotecas subprime.

Además de fraude a esas dos agencias federales, el JP Morgan fue multado a pagar 2600 millones de dólares en concepto de indemnizaciones por no haber informado “hechos llamativos” vinculados con los movimientos financieros de Bernard Madoff, quien lideró una estafa por la cual fue condenado en 2009 a 150 años de cárcel. Ese caso es considerado como el mayor fraude de inversiones en Wall Street, que motivó una condena a JP Morgan por violación de las leyes contra el lavado de dinero.

JP Morgan Chase fue durante más de 20 años el banco de la empresa de inversiones de Madoff y a través de esas cuentas se realizó una gran parte de sus negocios. Durante la crisis financiera de 2008, Madoff quebró. Los depósitos de los inversores reflejaban en ese momento en los papeles un valor de 65.000 millones de dólares, pero resultaron tener un valor real de sólo 300 millones.