El dólar oficial cerró ayer a 7,82 pesos, el mismo valor de la jornada anterior. La intervención del Banco Central en el mercado cambiario, el incremento de las tasas de interés y la medida para que entidades del sistema financiero reduzcan sus activos dolarizados permitieron mantener estable la cotización de la divisa, tras la devaluación de 18 por ciento de enero. Las reservas internacionales aumentaron 17 millones de dólares, al ubicarse en 27.755 millones. El precio del dólar ilegal se informó en 11,65 pesos, una cifra idéntica a la del lunes y 10,4 por ciento menor en relación con el pico de 13 pesos del mes pasado.

El escenario de incertidumbre cambiaria de las primeras semanas del año se descomprimió en febrero. La devaluación que hizo pasar el dólar de 6,8 a 8 pesos, la reapertura de la venta de divisas para ahorro y el incremento de la tasa de interés fueron instrumentos del equipo económico para frenar la corrida cambiaria, bajar las expectativas de devaluación y moderar la caída de reservas internacionales. El alza de la tasa de interés fue una de las variables que evidenció mayor ajuste, con un incremento de nueve puntos porcentuales. A principio de enero, el Central realizó colocaciones de títulos públicos (letras) con una tasa de 20 por ciento, mientras que en la colocación de letras de ayer se pagaron tasas de hasta 28,86 por ciento. Este rendimiento fue similar al que ofreció la autoridad monetaria el martes pasado.

Los principales suscriptores del instrumento financiero del Central fueron los bancos. En los últimos días, las entidades bancarias liquidaron en el mercado en torno de 1200 millones de dólares, por la regulación de la autoridad monetaria para que disminuyan sus tenencias en moneda extranjera, lo cual implicó un fuerte incremento de la liquidez en pesos del sistema financiero. El resultado fue que la compra de letras de ayer alcanzó un record 15.107 millones de pesos.

Aunque la banca fue el sector que más operaciones realizó con estos títulos y se benefició por el alza de las tasas, particulares pueden acceder a la herramienta financiera (concretando la transacción a través de una sucursal bancaria con cuenta custodia). Por su parte, empresas e individuos consiguieron depósitos en moneda local con un mayor rendimiento, debido a que la suba del interés que pagan las letras se transmite al resto de las tasas de la economía. La Badlar privada, remuneración que ofrece el sistema financiero por un plazo fijo mayor al millón de pesos, ascendió a 26,3 por ciento, cuando era de 20,6 por ciento al cierre de diciembre de 2013.

El alza de las tasas de interés de la economía tiene el objetivo de tentar a la población para mantener sus tenencias en pesos, evitando que el circulante presione sobre el precio de activos dolarizados. En un escenario de fragilidad cambiaria como el de las primeras semanas del 2014, la medida apunta en una dirección concreta: descomprimir tensiones en el mercado de cambios y moderar la caída de reservas. Economistas heterodoxos explican que, a diferencia de la efectividad que pueda tener la iniciativa en el corto plazo, la política de tasas de interés elevada no puede ser una estrategia de largo plazo para impulsar el crecimiento con inclusión social. Señalan que la evidencia empírica muestra que, cada vez que Argentina se manejó con niveles de interés elevados, la distribución del ingreso fue regresiva.

En lo que respecta a las reservas del Central, se observó un incremento de 17 millones de dólares, lo cual ubicó el stock de divisas de la entidad en 27.755 millones de dólares. El incremento de la cotización de los activos que componen las reservas y las compras de la autoridad monetaria en el mercado cambiario por 20 millones de dólares permitieron esta alza de las reservas internacionales. En cuanto a la brecha entre el dólar oficial y el ilegal, se mantuvo en 48,9 por ciento, cuando a mediados de enero había sido del 72 por ciento. En el equipo económico consideran que la caída de la brecha resulta fundamental para consolidar la estabilidad del mercado de cambios.

Informe: Federico Kucher.