ECONOMíA › LA COTIZACIóN EN LAS CUEVAS DE LA CITY RETROCEDIó 60 CENTAVOS Y QUEDó EN 10,55 PESOS
La apertura de la compra de dólares para ahorro, la suba de las tasas de interés y una política monetaria que sacó pesos del mercado le quitaron espacio al mercado paralelo.
› Por Cristian Carrillo
El dólar se mantuvo ayer en 7,89 pesos en el circuito formal, mientras que en el mercado paralelo la divisa volvió a desplomarse. El precio en las cuevas de la city porteña se ubicó en 10,55 pesos, con un retroceso de 60 centavos, y se ubica incluso por debajo de la cotización implícita para la compra de la moneda con fines turísticos. Con la aplicación del pago a cuenta del 35 por ciento la divisa para turismo y viajes se ubica en 10,62 pesos y para atesoramiento –alícuota del 20 por ciento– finalizó en 9,47 pesos. De esta manera, la brecha entre la cotización oficial y el denominado dólar blue se ubica en 33,7 por ciento, lejos del 50 por ciento que exhibía a principios de año, resaltaron desde el Banco Central. Esa diferencia llegó a ser del ciento por ciento el año pasado. El Central compró 20 millones de dólares, 10 millones en el mayorista y otros 10 en el MEP. El stock de reservas aumentó en seis millones de dólares, hasta los 27.665 millones.
El mercado de cambios mantuvo cierta calma en las últimas semanas. Los exportadores aceleraron la liquidación de divisas y el Central detuvo el desplome de reservas. Las operaciones en el mercado paralelo se mantuvieron acotadas, pero esta vez los precios no encontraron terreno para convalidar los valores de hasta 13,05 pesos que las cuevas intentaron imponer como referencia a fines de enero. El precio del dólar blue se retrajo desde entonces 19,2 por ciento, hasta los 10,55 pesos con los que finalizó ayer.
Las medidas que se implementaron desde Economía, el Central y la AFIP durante fines de enero lograron frenar la presión especulativa que había alcanzado su punto de mayor tensión a mediados de ese mes. La devaluación de shock del peso –encareció el dólar en 18 por ciento en dos días– que realizó la entidad monetaria que conduce Juan Carlos Fábrega, y que se coronó luego con la flexibilización en la compra de moneda extranjera, fue una estrategia que le rindió frutos al Gobierno. Pese a que los negocios que se cursan en el segmento paralelo son insignificantes –tanto en términos absolutos como relativos, de entre 2 y 5 por ciento respecto de lo operado en mayorista–, la publicación diaria de sus precios por parte de los medios generaba expectativas devaluacionistas que impactaban en la economía real.
Con la posibilidad para adquirir nuevamente divisas para atesoramiento, el verdadero rol del paralelo como fuente para blanquear fondos no declarados quedó en evidencia. Con fines de ahorro, la AFIP aprobó la compra de 277,6 millones de dólares desde el 27 de enero último en que se amplió esta posibilidad (ver aparte). En la menor presión sobre el dólar colaboró también la resolución del Central que limita la tenencia de activos nominados en moneda extranjera al 30 por ciento de las carteras de las entidades financieras. Además de desprenderse de activos dolarizados, los bancos alimentaron las liquidaciones de divisas provenientes de las exportaciones agropecuarias. Las cerealeras y aceiteras ingresaron divisas por 695,9 millones de dólares la semana pasada, con lo que cumplieron con la liquidación de 2960 millones desde comienzos de año. El sector se había comprometido a ingresar 2000 millones.
La suba en la tasa de interés que impulsó el Central, con el objetivo de desalentar la compra de dólares y estimular la inmovilización de fondos a plazo fijo en los bancos, permitió reducir la cantidad de pesos en la plaza. La tasa interbancaria se elevó a 25,75 por ciento anual. “Estas medidas no indican un cambio en las políticas de largo plazo del Banco Central diseñadas en consecución de los objetivos establecidos en la Carta Orgánica”, señaló el organismo en su Informe Macroeconómico y de Política Económica. Ayer la licitación de letras y notas, con las cuales el Central esteriliza pesos, tuvo como resultado una expansión monetaria de 500 millones de pesos, la primera ampliación en el año. Desde diciembre pasado, el Central esterilizó unos 40.000 millones de pesos. La tasa por la lebac alcanzaron a 29 por ciento. Desde el Central explicaron que la menor demanda se debió a que, para los bancos, es más conveniente financiarse a la tasa call –para préstamos de corto plazo entre bancos–, que se ubica en 27 por ciento.
En la Bolsa porteña, los títulos públicos más negociados cerraron con un resultado mixto: con alzas para los nominados en pesos y bajas para los dolarizados. Las acciones cerraron con una baja de 0,6 por ciento promedio, con fuertes caídas en los papeles energéticos.
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