Las negociaciones salariales del sector privado comenzaron este año con la industria metalúrgica. Las pretensiones de recomposición de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ascienden al 30 por ciento, que proponen distribuir en dos partes más una suma fija de 1000 pesos por única vez en marzo. Desde el sector empresario, las seis cámaras sectoriales ofrecen una mejora del 24 por ciento, a pagar en tres etapas iguales. Como las conversaciones informales entre el sindicato y los empresarios no estaban dando resultados solicitaron la intervención del Ministerio de Trabajo. La viceministra Noemí Rial los recibió ayer para una primera reunión informativa. Las partes acordaron volver a encontrarse el próximo martes y el objetivo es alcanzar un acuerdo en el corto plazo, aunque reconocen que no será una tarea sencilla.

La rama metalúrgica encabeza el listado de actividades que más asalariados aporta a las negociaciones colectivas del sector privado junto con comercio y construcción: representa a 250 mil trabajadores. Desde el Gobierno enfatizan y reiteran que las paritarias no tienen techo ni piso, aunque apelan a la “racionalidad” de los sindicalistas y empresarios. Aunque este año las condiciones macroeconómicas dificultan establecer una pauta de coordinación salarial que oriente al resto de las paritarias, el Ministerio de Trabajo intentará que el sector metalúrgico alcance con celeridad un acuerdo dentro de parámetros razonables que sostenga el poder adquisitivo. A fin de mes vencerán también los acuerdos salariales de 2013 alcanzados por sectores como la construcción, la actividad portuaria, las industrias gráfica y papelera, la química y petroquímica y el sector cárnico, entre otros. Esas actividades se sumarán a las paritarias docente y metalúrgica en las próximas semanas.

Con la magnitud de los aumentos de precios registrada durante el primer trimestre y la mejora en la rentabilidad empresaria a partir de la devaluación como ejes, el sindicato que encabeza el titular de la CGT, Antonio Caló, reclama una mejora del 30 por ciento y pretende un primer pago equivalente al 20 por ciento desde abril para alcanzar un piso salarial de 6500 pesos mensuales. Las cámaras empresarias reconocen la existencia de un incremento de rentabilidad a través del aumento en la cotización del dólar, pero advierten que, por razones internas y externas, la actividad enfrenta diferentes problemas que limitan su capacidad para otorgar un aumento. Por eso, argumentan, su oferta son tres cuotas de 8 por ciento. El actual escenario económico genera tensiones en el sector dedicado al montaje de línea blanca y televisores, mientras que las menores exportaciones de autos a Brasil, por el estancamiento de ese país, afectan la rama autopartista. Por eso, además de apuntar a la recomposición salarial, desde el sindicato y el Gobierno enfatizan la relevancia de preservar los puestos de trabajo.

La reunión de ayer con la viceministra Rial en las oficinas de Trabajo contó con la presencia del intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, y el secretario adjunto de la UOM, Juan Belen, y directivos de segunda línea de las seis cámaras empresarias. El encuentro, solicitado por los actores ante la imposibilidad de avanzar por su cuenta, fue la introducción (ninguna de las partes esperaba resolver la paritaria ayer mismo) para un proceso que, según reconocen desde Trabajo, no será sencillo. La próxima reunión será el martes a las 15.30. La distribución de la mejora salarial a lo largo del año y la magnitud de la suma fija que están discutiendo empresarios y sindicalistas serán el eje de las discusiones.

El año pasado, la UOM y las cámaras (Adimra, Camina, AFAC, Afarte, Caiama y Fedehogar) acordaron una mejora del 24 por ciento en dos partes (17 por ciento en abril y 7 por ciento desde julio), que elevó a 5000 pesos el piso salarial. Aunque la mejora fue retroactiva, las negociaciones se extendieron hasta mediados de mayo. Desde la cartera laboral esperan que este año sea posible alcanzar un consenso entre fines de marzo y comienzos de abril.