La continua caída de la industria durante el segundo trimestre de 2003 se reflejó en la evolución de la actividad económica de junio, que no registró variación respecto de mayo dejando definitivamente en claro el amesetamiento de la actividad. Desde el Gobierno, sin embargo, están convencidos de que cuando se conozcan los datos de julio las cosas cambiarán. La explicación es que en dicho mes la producción manufacturera, el ancla del nivel de actividad, volvió a repuntar. Por eso prefieren hablar sobre el resultado de la comparación interanual, que en junio mostró un alza del 8,2 por ciento.
Con los números difundidos ayer por el Indec, el acumulado del primer semestre del año respecto de igual período de 2002 muestra un crecimiento del 6,5 por ciento, el que será mayor a la media anual, no sólo porque en lo que resta de 2003 se crecerá menos, sino también porque se comparará contra un período de crecimiento y no de piso de la crisis. El Estimador Mensual de Actividad Económica es un adelanto de la evaluación final del Producto Interno Bruto (PIB) que el Indec realiza trimestralmente. En el Palacio de Hacienda estiman que el año cerrará con un crecimiento del 5,5 por ciento, tal el número proyectado por el ministro Roberto Lavagna. Según los especialistas, la cifra de junio no dio negativo debido al buen comportamiento que siguen mostrando el comercio y, especialmente, el campo.
A pesar de que no son pocos quienes a esta altura consideran optimista la proyección de Lavagna, el director nacional de Políticas Macroeconómicas, José Luis Maia, aseguró que las previsiones “son muy cautas y prudentes” y señaló que existen fundamentos para esperar que la economía siga creciendo en el segundo semestre. Según el funcionario, “la desaceleración del crecimiento era esperada porque resultaba imposible sostener los valores que se habían registrado en el primer trimestre, que anualizados mostraban un avance del PBI del 10 por ciento”.
Maia sostuvo que el PIB del segundo trimestre creció cerca del 1,5 por ciento frente al primer trimestre y superó las expectativas que estaban “bastante por debajo del 1 por ciento”. También consideró “importante” que la industria haya vuelto a crecer en julio y vaticinó que en “agosto lo mínimo que se espera es que no baje”. A partir de eso afirmó que las proyecciones de crecimiento de PIB “son muy cautas y moderadas” y “se van subiendo a medida que se confirman”.