La señal fue contundente: el primer día hábil después del contrapunto entre Roberto Lavagna y Julio De Vido por la existencia de fondos para destinar a obras públicas, Néstor Kirchner encabezó ayer un acto en el cual se anunciaron inversiones del Estado nacional por 275,7 millones de pesos para que 870.000 habitantes del conurbano bonaerense se sumen a la red cloacal. “Existe un evidente retraso de la inversión pública en la Argentina. Este es el inicio. Tenemos que revertir paso a paso (la situación social) para que haya sustentabilidad interna”, dijo el jefe de Estado durante la presentación de las obras.
Las obras, incluidas en el proyecto de saneamiento de la cuenca del río Reconquista, beneficiarán, en total, a nueve intendencias del conurbano: Morón, Hurlingham, Tres de Febrero, Ituzaingó, Malvinas Argentinas, Merlo, San Miguel, Moreno y José C. Paz. Martín Sabbatella, intendente de Morón, señaló que “las obras son muy importantes para nuestro distrito. Son una necesidad de los vecinos”. Acto seguido, recordó que “hace más de una década, el ex intendente Juan Carlos Rousselot fue destituido por primera vez por dar la concesión, sin licitarla, a Mauricio Macri”.
Kirchner buscó darles a los anuncios un fuerte contenido político. Primero, por el lugar elegido para el evento: el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, habitualmente reservado para las grandes ocasiones. Sentó a su lado al ministro de Planificación, Julio De Vido, y al gobernador Felipe Solá. Completaban la escena los ministros Carlos Tomada (Trabajo), Oscar Parrilli (secretario general) y Aníbal Fernández (Interior). La ausencia de Roberto Lavagna fue sintomática, teniendo en cuenta que se estaban anunciando inversiones públicas. Quizás haya sido la manera de Kirchner de laudar en la polémica del fin de semana, cuando Lavagna manifestó que escasearían los fondos para levantar obras con dinero del Estado. Si bien De Vido contestó aquella vez con el plan de proyectos previstos para este año, la de ayer pareció una puesta en escena del propio Kirchner.
Pero más allá de los mensajes políticos, los proyectos anunciados conectarán a la red cloacal a 870.000 habitantes del conurbano. Después de que Fernando De Vido (sin parentesco con el ministro), administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas, presentó una exposición con el estado de las redes cloacales en las distintas intendencias, Kirchner hizo un duro alegato: “Estos cuadros deberían verlos algunos economistas y comentaristas que viven hablando del déficit fiscal. Tendrían que saber cómo viven sus hermanos”. Dos de cada tres personas del conurbano adolecen de desagües cloacales. “Las cloacas y el agua corriente son sinónimo de dignidad humana. Con dignidad, todo es posible”, apuntó Felipe Solá en el discurso que precedió al de Kirchner.
Según comentó el jefe de Estado, las obras se licitarán “entre fin de año y principios de 2004”, e inmediatamente se pondrán en marcha. El agente financiero de las obras será el Banco BICE, cuyo titular, Arnaldo Bocco, rubricó la carta de intención con el gobierno nacional.
La mejora prevista en los distritos será notoria: en Morón quedarán con red cloacal el 65 por ciento de los 305.000 habitantes. La cobertura en Merlo ascenderá del 24 al 74 por ciento y del 41 al 67 por ciento en San Miguel y José C. Paz. También serán importantes los avances en zonas como Hurlingham, Malvinas Argentinas e Ituzaingó, donde en la actualidad no existen redes cloacales.