La Unión Europea abrió ayer la posibilidad de solucionar mediante el diálogo la demanda de la Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), por las medidas antidumping dispuestas por Bruselas a las importaciones de biodiésel. El vicepresidente de la Unión Europea, Antonio Tajani, quien concretó una visita oficial junto a una delegación de empresarios, admitió que la controversia puede resolverse fuera del Organo de Solución de Diferencias del organismo multilateral mediante el diálogo.

“Argentina tiene derecho a ir a la OMC. Pero se puede hablar, se puede intentar una solución”, sostuvo Tajani en una conferencia de prensa esta mañana, junto al embajador de la Unión Europea en Buenos Aires, Alfonso Diez Torres. El diplomático precisó que, de acuerdo con los códigos del sistema multilateral de comercio, “es la parte afectada la que tiene que proponer la solución”.

En noviembre del año pasado, la Unión Europea impuso derechos antidumping a las importaciones de biodiésel argentino, determinando el cierre virtual de ese mercado para el combustible, del que Argentina era el principal abastecedor. Los derechos antidumping están reglamentados en el artículo VI del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) y se aplican cuando un producto se exporta a un precio inferior al que tiene el mercado que lo importa, causando un daño a los productores locales. Estos derechos son equivalentes a la diferencia entre el precio de exportación de las mercaderías y su valor normal, si el dumping causa daño. El gobierno argentino interpuso la demanda contra estas medidas por considerar que son inconsistentes con el artículo VI del GATT, proceso que está hoy en etapa de establecimiento de un panel arbitral.

Desde 2009, Argentina es el principal abastecedor de biodiésel de la Unión Europea, con envíos por 1847 millones de dólares en 2011, equivalentes a 13 por ciento de las exportaciones del producto. El sector nacional de biodiésel se destaca por su sostenibilidad y alto nivel de desarrollo, escala e integración de toda la cadena productiva y es actualmente uno de los más eficientes a nivel global. La industria europea, en contraposición, está sobredimensionada y desde el año 2012 la UE viene aplicando medidas de neto corte proteccionista, para excluir de ese mercado al biodiésel argentino.