La actividad industrial afianzó su marcha durante agosto, al cerrar con una suba del 1,8 por ciento contra julio y lograr, en lo que va del año, un incremento del 17 por ciento con respecto a lo acumulado hasta la misma fecha del anterior. La información fue proporcionada ayer por el Indec, que también constató una mejora del 17,5 por ciento contra igual mes del año pasado. En todos los casos se trata de la medición que despeja los factores estacionales. Agosto fue el tercer mes consecutivo con aumento en la producción industrial, dejando atrás otro trimestre de estancamiento. La clave del actual proceso de recuperación radica en un incipiente florecimiento del consumo interno, que se apreció en tres rubros centrales como el textil, el automotor y el cemento.
Los especialistas del Indec encargados de la elaboración del indicador explicaron que la industria está remontando una depresión muy profunda. El ritmo de salida se está acelerando, pero es imprescindible no perder de vista que se parte de niveles muy bajos, en algunos sectores los más bajos en décadas. Por ejemplo, la industria automotriz llegó a fabricar a principios de este año la misma cantidad de vehículos que en 1959. La producción de todo 2003 apenas superará las 166.500 unidades de 1964. Si alguien quiere ver el mismo dato con ojos esperanzados se detendrá en que en agosto las terminales automotrices despacharon un 22,2 por ciento más de unidades que en julio y 3,8 por ciento más que en igual mes de 2002, mientras que en lo que va del año la mejora es del 4,8 por ciento.
Laura Nasastky, coordinadora del Estimador Mensual Industrial (EMI), se detuvo en otro elemento para el análisis: el afianzamiento de sectores que tras la devaluación resurgieron por sustitución de importaciones y que ahora se mantienen a pesar de que las importaciones vienen en aumento. Los ejemplos son la industria textil, las manufacturas de plástico y la metalmecánica. La interpretación de Nasastky fue que “la mejora de la demanda interna se mantiene con tendencia firme”.
El bloque textil creció 2,7 por ciento contra julio y 38,6 frente a agosto de 2002. En el acumulado enero-agosto, el alza fue del 99,4 por ciento respecto a igual período del año pasado. El despegue de este rubro es positivo por el lado de que demanda mayor cantidad de mano de obra que otras ramas industriales, aunque otros aspectos menos estimulantes son que muchos de esos empleos son en negro y que el nivel salarial del sector es bajo, al igual que en otros países –donde incluso se paga mucho menos– que compiten con sus productos en el mercado interno.
Las manufacturas de plástico, en tanto, avanzaron 2,2 puntos contra julio, 37,4 contra agosto de 2002. Y en metalmecánica, los incrementos fueron del 3,9 por ciento y 41,9, respectivamente.
En el adelanto del EMI que entregó el Indec se incluye la información de otros rubros. En la comparación con agosto de 2002, hubo subas generalizadas: alimentos (1,2 por ciento), industrias metálicas básicas (7,8), papel y cartón (12,2), refinación de petróleo (12,6), minerales no metálicos (18,6), sustancias y productos químicos (20,2) y edición e impresión (41,6). El único bloque que cayó fue el de cigarrillos: 13,6 por ciento contra julio y 1,4 frente a agosto del año pasado.
También se dieron otras bajas puntuales, como en varios productos alimentarios (carnes rojas, carnes blancas, aceites, yerba mate y harina de trigo), sustancias químicas (detergentes y jabones, agroquímicos y gases industriales), neumáticos y vidrio.
Julio Rotman, director del área industrial del Indec, destacó el desempeño de la industria del cemento, que mejoró 6,6 por ciento en comparación con julio y 17,1 respecto a agosto del año pasado. La importancia de ese producto es que refleja un comportamiento sostenido de la construcción.
Otro elemento que permite visualizar una tendencia positiva de la actividad industrial es la encuesta que realiza el Indec entre los empresarios. La mayoría prevé que en los próximos meses la situación será semejante a la actual, mientras que del resto son más los que tienenexpectativas de un ritmo más acelerado de producción que los que suponen lo contrario.